Nutria Perdida!-Spruan(omegaverse)

"Dicen.."

Dicen que el amor es algo hermoso, pero tan hermoso como es, también es doloroso.

Juan pudo ver la verdad en esas palabras cuando tuvo su primera pelea con Spreen, pudo sentirlo cuando la creciente preocupación por la vida del alfa solo crecía más y más hasta el punto que dolía, y al final pudo olvidarlo cuando sus memorias se le fueron arrebatadas.

Pudo volver a sentir ese dolor cuando sus piezas faltantes volvieron a el, sintio un inmenso dolor de golpe, el dolor que no sabia que tenia y que con el pasar del tiempo solo se acostumbro a el, el dolor de haber olvidado a alguien que amaba más que nada.

¿Por que Spreen seguio hablandole después de que rechazo conocerlo? ¿Después de que lo olvido?.

¿Que hay de la familia que dejo atrás?
Eon, las nutrias... esperaba que no lo odiaran por olvidarlos.

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Desde que se conocieron, no hubo ninguna duda para Spreen que Juan era el omega que quería, era y es el omega del que quiere hablar orgullosamente con sus amigos, ir y decir "este es mi omega" para después sonreír como si el castaño fuera la persona más hermosa creada, porque eso es algo que el amor hace, para el alfa no hay ni habrá otra persona igual al hechicero.

Es el amor que siente por el lo que le hace cometer locuras como estas, pensar que esto que harán no será nada si con eso puede traer a Juan devuelta, a su Juan.

Si pelear contra esos chamanes hará que Juan vuelva a ser el, entonces todo habrá valido la pena.

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Narrador omnisciente

La noche era tranquila en el pueblo central, muy diferente a la sombria y silenciosa noche que caia en el antiguo pueblo del profeta, pueblo donde ahora Spreen y compañía peleaban contra el profeta.

Todo sucedió de forma tan espontanea, el desarrollo de las cosas no fue tal cual esperaban.

Remontando a minutos antes..

A pasos decididos cada integrante del grupo se adentro en la gran casa, atravesando lo que parecían infinitos pasillos y monstruos, llegaron por fin a una habitación diferente a las demás.

La tensión se palpaba en el ambiente, cada uno de ellos preparándose para lo que se encontrarian una vez entrando.

- Todos estén atentos, ¿entendido?- susurro Spreen, sus instintos le advertían del peligro de la situación-

Los demas asintieron mientras se colocaban en guardia esperando que el híbrido abriera la puerta.

El oso, sin querer esperar más empujo la puerta lentamente y miro sorprendido lo que residía dentro de esta.

Uno a uno cada integrante ingreso a la habitación quedándose igual de sorprendidos.

- Tanizen, pelotudo, ¿estos son...los chamanes? -pregunto, empuñando su espada con una fuerza que volvía sus nudillos blancos. -

- Mierda tío... claro que son ellos.. -respondio asustado -

Frente a ellos los cadáveres de los chamanes se encontraban en pésimas condiciones, llenos de heridas abiertas y con un rostro de sufrimiento.

- ¿Buscaban algo?

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Después de aquella confesion, Juan aun no se podía permitir perdonar a Auron independientemente del cariño que sintiera por este, la gran mentira ya confesada le clavaba espinas en el corazón.

No paso mucho tiempo para que Juan decidiera por buscar en ese mismo instante a Spreen, preocupados todos seguian al pequeño omega en silencio, por más enojado que el menor este con ellos no se sentian capaces de dejarlo a su suerte buscando a su tan amado alfa, para pesar de ari.