¡!
Letra cursiva representa inglés.
Que linda familia presenciaba Missa, los tres chicos se abrazaban felices, Phil no paraba de revisar que sus hijos estuvieran en perfectas condiciones y dejaba una que otra lágrima.—Estamos bien papá.—Dijo el pelimarron soltándose del agarre de su progenitor.
—Muchas gracias por tu ayuda.—Dijo el mayor hacía Missa.
Estrecharon sus manos y Missa sintió sus mejillas arder ligeramente, el chico rubio le parecía totalmente atractivo y no podía evitar sentir un cosquilleo en su interior, provocando un deseo y atracción hacia el rubio de al frente. Sacudió ligeramente su cabeza y sonrió cálidamente.
—No hay de que, yo creo que ya me debo de ir.—Sin notarlo ambos chicos aún sostenían sus manos firmemente y Missa fue el primero en verlo—Oye- ¿puedes soltarme por favor?
Señaló con la mirada sus manos y Philza sintió sus orejas arder de la vergüenza.
—Si, adiós, muchas gracias Missa.—Dio una sonrisa y tomó las manos de sus pequeños yéndose al igual que Missa.
—Me siento como un completo idiota inútil. —Reprochó dejando caer su cabeza en la mesa junto un unas risillas de parte de Vegetta.—No te sientas así Missa, no podías hacer algo más, sonaría muy desesperado si le preguntaras si tenía pareja o algo así, tienes que mantener tu dignidad hijo mío. —Dio un sorbo a su jugo de naranja.
—Estoy desesperado. Estoy cansado de estar solo, le tengo envidia a Spreen, tan joven y ya tiene tantos detrás de él, que envidia.—Empezaba a sonar más decaído y Vegetta empezaba a no saber que decir.
—Bueno- pues, todos son unos imbeciles por no ver de lo que se pierden, eres maravilloso, en todos los sentidos y no hay persona que te merezca, a parte, me dijiste que ese chico tienen hijos, seguro no era el indicado y solo es un mocoso que se dejó llevar por la calentura. No te preocupes Missa, llegará el indicado.
—Supongo...
Padre e hijo empezaron a comer cambiando de tema para distraer y animar a Missa.
—¡Ay!—Grito al sentir algo duro rebotar en su cabeza, se volteo viendo una roca pequeña y vio a la dirección lanzada, era Philza...Abrió los ojos con sorpresa, no esperaba volver a verlo. Con nerviosismo se volteo y siguió su camino, en cambio el rubio lo siguió.
—¡Missa!—El nombrado trató de ignorarlo. —¡Missa, para!.—Gritó empezando a correr ya que el pelinegro empezaba a caminar más rápido.
Después de unos minutos Missa pensó que ya había perdido al rubio y se relajo dejando su espalda recargada en la pared de una casa y dejándose caer en el pasto, inhalo y exhalo un par de segundos hasta que volvió a su respiración regular.
—¿Estás bien?— Missa brinco en su lugar asustado por la repentina voz. —Ouh, oye, relájate.
Extendió sus brazos y tomó a Missa de los hombros dándole un suave "masaje" Missa solo se puso más nervioso y sus mejillas se pintaron de un rojo carmesí.
—¿Que haces aquí?—Pregunto Missa entre tartamudeos debido a su nerviosismo.
—Amm, ¿que?
Al parecer Philza no ha perfeccionado su español.
—¿Qué-haces-a-quí?—Pregunto entre señas y Philza dio una mirada más tranquila entendiendo lo dicho del chico pelinegro.
—Te estaba buscando—Philza también le decía las cosas entre señas para que le entendiera.—Te quería dar esto.
Enseñó una canasta algo grande cubierta con un trapo rojo de cuadros.
—Lamento lo de la roca, ibas muy sumido en tus pensamientos y no sabía cómo llamar tu atención.
Missa sonrió con ternura viendo como el chico frente a él lucia apenado y a sus ojos se veía tan lindo.
—¿Quieres pasear conmigo?
Pregunto de la nada mirando a Philza con atención, el chico se noto un poco sorprendido pero aun así pareció entender y asintió con una sonrisa.
Ambos pasaron la tarde hablando en el pasto y después decidieron ir a comer y también buscaron un regalo de cumpleaños para Spreen, Missa le contó un poco sobre su hermano y sus padres, al igual que Philza le contó sobre sus hijos y su pareja, la cual no le ayudaba mucho con sus hijos y a ella solo le interesaba procrear, Missa no pudo evitar sentir un odio y una indignación a una persona que no conocía en lo absoluto.
También le contó que su pareja estaba esperando al tercer hijo, Missa solo se sintió desilusionado.
Pero dejando de lado eso, pasó una maravillosa tarde con el rubio de ojos azules y unas grandes alas negras tan maravillosas y suaves, si, le permitió tocar sus alas y Missa lo dejo verlo sin su máscara. Ambos tomaron mucha confianza con el contrario y nadie les quitaría su conexión instantánea.
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My son
Fanfiction⁑Donde Spreen es el hijo de Rubius y Vegetta⁑ ¡No olviden votar y comentar!