Capítulo 10

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Que mala noche, -he tenido una fea pesadilla- necesito saber de mi familia. Todavía estoy acostada envuelta en las sábanas.

-Ya despertaste, pensé que dormirías todo el día... Dice el con un fuerte tono.

-No soy la Bella durmiente y al parecer.. no tendré privacidad.

-Eso se nota porque no tienes nada de princesa, además bella..hace una pausa y sigue hablando - esta es mi casa y nadie me va a impedir y decir lo que tengo y no tengo que hacer..
-Aprovecho para decirte que bajes en diez minutos y conozcas a mi tía, ella se va hacer cargo de ti en todo lo monetario hasta el momento...La ropa te la puse anoche en el armario mientras dormías.

-Bueno don señor -lo digo en forma de burla-...además de eso ¿ algo más que decir ?

-No .... bueno sí. Arréglate bien que vas a salir de compra.

-Y si no quiero?

-No quieras empezar un nuevo juego que así vas bien. -Adiós plebeya-

Cierra la puerta y me deja sin elección.

Desde cuando me dirige tanto la palabra y quién se cree este para darme órdenes.

También me ha traído el desayuno -menos mal porque no me apetece bajar a desayunar junto a personas desconocidas-

Apenas se va como una manzana del desayuno y entro a la ducha. No pienso en nada más por unos minutos y disfruto del agua caliente corriendo por todo mi cuerpo.

Estoy harta de seguir con esta vida, así que para seguir aquí tenía que trazarme un plan.

Ellos quieren empezar un juego y yo les daré su mejor jugada. Pero primero tenía que conocer todo el lugar.

En el armario me dejó un vestido azul por lo cual tengo que afirmar que tiene buen gusto.

Me queda como una diosa, pegado a mi cuerpo por enzima de las rodillas  y un poco brilloso. Pareciera que me conociera, exactamente me gustan las cosas así de sencillas y a la vez tan finas.

Casualidad que sea azul como mi color preferido, no lo creo.

-Jamás en mi vida me he puesto un vestido así- digo mientras me miro.

No tengo cuerpo de Barbie pero si tengo mis atributos para resaltar entre varias mujeres.

Bajo por las escaleras y desde ahí puedo observar a un grupo de personas hablando y entre ellos se encuentra Lewis....Me acerco para ser formal y puedo reconocer a Naily, la mujer que me trató muy bien en el barco.

Cuando llego a donde ellos, la abrazo con fuerzas y nos quedamos tomadas de las manos al separarnos mirándonos con cariño.

Todos se nos quedaron mirando, habían dos mujeres más, muy bien vestidas y un hombre además de Lewis. No se les veía cara de ser agradables.

-Emma te presento a mi tía Eva.

-Mucho gusto- la saludo con una simple sonrisa

-Y esta preciosa rubia es mi hermana más pequeña Lía.

-Vuelvo a hacer el mismo gesto de amabilidad, Lía no parecía tan mala.

Antes de terminar de presentarme a todos dicen mi nombre.

-Emma.. dice Eva mirándome con curiosidad.- Espero que puedas controlar a mi niño Lewis, porque ni yo puedo.

Todos rieron.

Bueno Emma... Carli es el mayor domo de la casa.

-Mucho gusto señor- digo como siempre con una sonrisa.

-El placer es mío señorita Emma.

-Ah y vuelve a hablar Lewis, esta bella pelirroja es Naily ,creo que se conocen, dice medio confundido.

-La criada de la casa- dice Eva .

-Yo diría mi segunda madre, Tía.

Gracias a todos por recibirme- digo por la forma que me tratan.

-Bueno Emma no nos demoremos... más, ya el carro nos está esperando.

-Claro señora Eva.

Lewis nos despide y me quedo pensando las palabras de Eva : Espero que puedas controlar a mi niño Lewis, porque ni yo puedo.

Nos dirigimos hacia afuera de la casa y en el camino Lía me alaga por lo bello que me queda el vestido.

Nos montamos en el carro y apenas salimos empiezo a apreciar la vista de esa bella ciudad, los edificios, restaurantes, las hermosas fuentes y el vestuario de las distintas personas, todo me era tan bello. Me parecía estar soñando.

Lía me va mencionando con su acento italiano el nombre de cada lugar por el que pasamos.

Nos paramos en una tienda de 4 pisos cubierta por un cristal grueso que llama la atención de todo el que pasa.

Entramos y enseguida se nota la diferencia de la temperatura.

Lía me recalca que es su tienda favorita.

Es más grande por dentro de lo que parece.

Subimos al segundo piso por las escaleras eléctricas y ellas se encargaron de lo demás.

Pasaban de un lado a otro comprándome todo tipo de ropa, vestidos cortos, vaqueros, ropa interior y...¡que ropa dios mío!

Pasaban y yo no sabía que decir nunca he tenido tanta ropa.

Nota de la autora: Me demoré un poco para actualizar, pero dentro de dos semanas actualizaré cada dos días. Besos a todos 🤍

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