Aimless thoughts❤️‍🔥

Capítulo 11

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Luego de ese día habíamos regresado a la casa con media tienda a decir verdad, ropa no me faltaría.

Ya han pasado tres meses desde ese día y 5 meses de lo ocurrido.

Aún pienso en mi familia. No he sabido más nada de Hadwink desde ese último día que intentaron abusar de mí y ojalá no lo tenga que ver más.

Cada día intento fingir una sonrisa y aguantar estar en este lugar, en esta casa que estoy no me maltratan, pero necesito estar en mi hogar con mi madre y mis hermanos.

En lo que estoy pensando sobre las chicas que se encontraban en aquella habitación cuando llegué aquí, alguien toca la puerta sacándome de mis pensamientos.

-Adelante -digo-

-Hola Emma, vine a despedirme de ti.

Claro, era Lía, hace unos días se había casado y viajaría hacia otro país a hacer su nueva vida junto a su esposo Benjamín, un hombre dos años mayor que ella el cual la quiere mucho.

-Te voy a extrañar mucho.-le digo con un tono triste.

Se había convertido en la hermana que nunca tuve. Todos estos meses ella y Naily fueron las únicas preocupadas por mi además de Lewis, solo que a él lo he visto como tres veces en el mes, se pasa su vida de gira en gira y según él por su trabajo.

Aunque no es de mi incumbencia.

Lía y yo nos abrazamos, estaba muy feliz por ella.

Hasta que salió del cuarto y volvieron mis pensamientos.

Puse un poco de música, como solía decir mi madre, la música es la pastilla del alma y me dejé llevar por ella hasta relajarme y quedar en un profundo sueño.

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Mientras Emma dormía Lewis viraba de su larga gira con un pensamiento:

"Disfrutar de una noche de sexo caliente en el Sensations", y para un hombre como él era lo más fácil y divertido del mundo.

  Las mujeres, e incluso algún hombre, se volvían locos porque fijara su leonina mirada en ellos y les propusiera entrar en un reservado. Lewis era caliente... muy caliente.

  Por norma, los hombres que entraban solos en ese o en cualquier otro local de intercambio de parejas no tenían derecho a elegir.

Ellos eran los elegidos.

Pero Lewis no funcionaba así.

Él escogía.

Él decidía.

Él seleccionaba.

  Esa noche, tras una semana de mucho estrés y trabajo, conducía su elegante carro hacia el Sensations mientras escuchaba en el uno de sus cantantes preferidos."

No había llamado a ninguna de sus conquistas. No lo necesitaba.

Quería relajarse de la misma manera de siempre cada vez que viraba de las giras.

  Sólo quería sexo, sin cenas ni charlas de por medio. Las mujeres le encantaban. Se lo pasaba bien con ellas.

Eran maravillosas y excitantes. Por ello intentaba rodearse de las que eran como él.

Que pensaban como él.

Que actuaban como él.

Que solo demandaban sexo. "Solo sexo".

Para él todo era parte de un juego.

Al llegar al Sensations, Lewis metió el coche en un parking cercano. La vigilante sonrió al verlo.

Ese tipo había ido allí más veces y cuando la miraba se sentía especial.

  Una vez salió del aparcamiento, Lewis entró en el local y al llegar a la barra se encontró con varios amigos.

Charló con ellos cordialmente hasta que vio a una pareja que conocía y con la mirada se entendieron.

Minutos después, en compañía de dos de sus amigos, Kevin y Hans, Lewis se acercó a la pareja. Nilo y Estela sonrieron al verlos.

No era la primera vez que jugaban juntos, y minutos después los cinco se encaminaron hacia uno de los reservados.

No hacía falta hablar.

Todos sabían lo que querían.

Todos sabían lo que buscaban.

  Al entrar en el reservado, Nilo se sentó en la cama mientras los otros se quedaron de pie.

  Estela, una mujer de hermosa figura y pelo largo y sedoso, estaba dispuesta a disfrutar del sexo con esos hombres y, mirándolos, se mordió los labios a la espera de que comenzara su caliente juego.

Lewis sonreía. Le gustaba sentir la excitación de las mujeres. Por ello, tras dejar su copa sobre una mesita, se acercó a ella y le preguntó al oído:

  —¿Estás preparada, Estela?

  —Sí.

  —¿Dispuesta a que juguemos contigo? —insistió pasándole las manos por el pecho.

  Ella asintió y se le aceleró la respiración.

Empezó el juego en aquella habitación entre esos cuatro hombres y esa mujer. Luego de varias horas Lewis entró a la ducha a refrescarse.

Mientras el agua corría por su cuerpo, cerró los ojos.

El sexo lo relajaba, lo cautivaba, pero una parte de su vida estaba incompleta. No lo quería reconocer, algo en él quería tener lo que otros amigos tenían.

Una vida sexual plena con una pareja acorde.

El problema era que él era muy exigente y no le valía cualquier mujer.

A los dos minutos de conocerlo, todas babeaban por él y eso lo desconcertaba.

Él necesitaba conocer a una mujer que lo sorprendiera. ¡Que lo volviera loco! Pero nunca ninguna lo sorprendía lo suficiente como para que su interés fuera más allá de la primera cita.

Tenía amigas. Muchas amigas. Pero ninguna especial.

Una vez cerró el agua de la ducha, satisfecho se vistió y salió solo del local.

Fue hasta el garaje donde había dejado su coche y, tras saludar a la vigilante, que al verlo se sonrojó, se montó en él y se dirigió a su casa mientras escuchaba música. Tenía que descansar.

LEWIS

No tardé en llegar y guardar el carro. Entré con cuidado a la casa para no hacer ruido y me dirijo a mi habitación para descansar ya que lo necesitaba en cuanto escucho música del cuarto de Emma.

Me asomo para pedirle que la baje un poco y es cuando la veo profundamente dormida boca abajo con una bata corta de seda que no me deja apenas verle todo el cuerpo desnudo.

Empiezo a controlar mis intenciones porque verla así es una provocación para mí, bastante que he aguanto en estos meses verla en la piscina del patio y no poder tocarla.

Apago la música y me siento en su cama a su lado para consolar con la vista cada silueta de ese precioso cuerpo.

Y en menos de nada están mis manos acariciando su espalda y haciéndome miles ilusiones.

Es la única chica que me ve y no me desea. Parece más que me tuviera odio por todo lo que está pasando.

Borro mis pensamientos para salir del cuarto y dejarla descansar, algún día será mía.

Nota de la autora: Aquí uno de mis capítulos preferidos. Besos 😘