Capítulo 8

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JEEN

-Han pasado tres días y mi hermana no aparece, ya han informado a todos los medios pero todavía no hay rastros de ella.

Mi mamá cada día está peor, la pobre anda mal de los nervios y mis hermanos no saben de esto, les tuvimos que mentir que su tata estaba para un viaje por obtener buenos resultados en la escuela.

-¿Jeen tienes idea de dónde puede estar ?

-Créeme que si lo supiera mi hermana ya estuviera de vuelta.

-Todos los años desaparecen miles de personas, vamos hacer todo lo que esté en nuestras manos para encontrarla, lo siento, si tenemos noticias les avisaremos.

-Gracias oficial.

Apenas se va voy directo a tomar una ducha y me quedo pensativo. ¿ Dónde estará Emma?, juro por mi familia que quién le haga algo malo lo mato.

Mi mamá parece que llegó a la casa con mis hermanos y le doy un grito.

-maa...-pero no responde nadie y la sigo llamando pero es solo silencio hasta que me asusto, salgo de la ducha y me seco rápido.

Algo cae en la cocina y voy directo al cuarto a buscar el arma que está bajo la cama.

Me quedo en silencio tras la puerta cuando escucho a dos personas conversando sobre la desaparición de mi hermana.

No puedo verlos pero si escucho lo suficiente como para saber que uno de ellos es mujer.

Salgo de la habitación lentamente dirigiéndome a la cocina de dónde provienen las voces y sin pensarlo dos veces disparo a uno de ellos y me escondo en lo que me siguen disparando y se van corriendo por la parte trasera de la casa.

Los disparos se escuchan sin cesar hasta después de unos 5 minutos, por suerte no estoy herido ni  parece que se llevaron algo,

¿ Pero a qué habrán venido ?.

Cuando entro a la cocina hay un poco de sangre regada por el piso, viéndolo bien no tengo mala puntería, pero el hecho de que entraran aquí me preocupa por la seguridad de mi madre y mis hermanos. Ojalá mi padre estuviera en vida.

Tomo el teléfono y le marco a mi madre para saber a que hora iban a llegar y de paso advertirle que tuviera cuidado por lo recientemente sucedido. Pero no me responde y me veo obligado a salir a buscarlos.

Me pongo los patines, cojo los audífonos y en menos de un minuto estoy en dirección a su trabajo. Pero para mi mala suerte empieza a llover y me apresuro más bajo la lluvia hasta que llego y entro a la oficina.

Todos en ese lugar me ven con cara extraña como si tuviesen lástima por mí. A una mujer del hotel le pregunto por Emisa mi madre y solo me mira sin responderme.

Se me acerca una mujer un tanto mayor y me toma por la mano y me entrega la chaqueta de mi mamá.

-Señora puede decirme ¿dónde está ?

-Ay mi niño, a tú mamá se la llevaron grave para el hospital más cerca que hay aquí.

Inmediatamente me paso la mano por la cabeza con la mente vacía, y salgo sin pensarlo lo más rápido que puedo mientras aguanto la rabia de todas las cosas que están pasando en el mismo momento.

A dos cuadras del hospital en el cruce de la calle me pasa por alado un carro negro lentamente con las ventanas subidas sin dejarme ver hacia dentro en dirección contraria y sin hacerle mucho caso sigo hasta que llego y voy directo a la habitación donde la tienen.

Mis hermanos no aparecen por todo eso y estoy entrando en pánico.

Solo puedo verla a través de un cristal llena de tubos para el oxígeno.

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