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Daniella: Entiendo, las primeras veces siempre dan miedo

Gabriela: Y este tipo de primeras veces más, puedo preguntarte algo?

Daniella: Claro

Gabriela: Tú manera de ver la vida cambió después de tú primer proyecto lésbico?

Daniella: Por qué tendría que cambiar? Es un personaje más, yo siempre he tenido mi manera de ver la vida (elevó los hombros) pero tienes miedo de que eso te pase?

Gabriela: No, no claro que no (nerviosa) solo tengo curiosidad

Daniella: Entonces relájate y deja que la vida fluya, deja de preocuparte por lo que pueda o no pasar, lo que tenga que ser será

Gabriela: Oye...

Daniella: Mhm?

Gabriela: Podemos ser amigas?

Daniella: Me encantaría (sonrió) pero con una condición

Gabriela: Cuál?

Daniella: Que me regales una sonrisa, mira la carita que tienes

Gabriela: Amigas entonces (sonrió)

El momento de regresar a casa llegó, se despidieron con un abrazo y varios consejos de Dani a Gaby, logrando esfumar la mayoría de sus temores. Por primera vez Gabriela se sentía en su lugar fuera de casa, tanto llegaba a preocuparla. Lo primero que hizo al pisar su casa fue recoger su cabello en una cola alta, abrir la ducha y repasar a detalle su día. A los pocos minutos sintió unas manos acariciar sus senos y esos labios conocidos en su nuca.

Gabriela: Manuel...

Manuel: Que? (la acorraló entre su cuerpo y la pared)

Gabriela: Hoy no

Manuel: Es en serio Gabriela? Hace semanas que no tenemos intimidad y ahora resulta que no quieres

Gabriela: Pues no, no tengo ganas y menos con tú comportamiento, ahora por favor déjame sola necesito bañarme y descansar

Manuel: Como quieras, dormiré en la habitación de invitados

Gabriela: Está bien, que descanses

Manuel: No vas a pedirme que me quede?

Gabriela: Por qué debería? Fue tu decisión

Manuel: Ok (salió hecho una furia)

El gran momento había llegado, las emociones estaban a flor de piel y una vez más los miedos hacían de las suyas, las manos de Gaby temblaban sin parar, su respiración comenzaba a acelerarse a medida que la escena que tanto miedo le daba se aproximaba, las lágrimas pedían a gritos salir y su pulso cada vez más descontrolado. Pero ahí estaba la calma apareciendo en el momento justo, sus pupilas se clavaron de golpe en esos ojos claros que la cobijaron en instantes, sus lágrimas fueron reemplazadas por una sonrisa y sus manos abandonaron el jugueteo con los anillos, para ser sostenidas por esas manos delicadas adornadas en una que otra peca.

Gabriela: No puedo Dani (la miró al borde del llanto)

Daniella: Ven conmigo (la llevo a los camerinos)

Gabriela: No voy a poder

Daniella: Puedes hacerlo, son solo nervios

Gabriela: Me da muchísima vergüenza

Daniella: Quieres que lo hagamos acá solas, con más confianza?

Gabriela: Mhm, te lo voy a agradecer

Daniella: Vente

Gaby subió tímida a horcajadas sobre Daniella, quien no tardo en acariciar su mejilla y regalarle una sonrisa, un escalofrío recorrió todo el cuerpo de aquella tímida dama, cuando esas delicadas manos se apoderaron de su estrecha cintura, sus miradas conectaron y poco a poco sus labios se juntaron con timidez. Unos aplausos y un "bravo" lleno de ironía las hizo separarse de golpe.

Manuel: Ahora entiendo porque no querías estar conmigo

Gabriela: Manuel no saques conclusiones sin saber lo que de verdad pasa

Manuel: No tengo la necesidad de sacar conclusiones, lo que ví deja todo en claro (dejó caer un ramo de rosas) podría creer esto de cualquiera, pero jamás de ti Gabriela, eres una...

Daniella: Me hace el favor de callarse la boca, en frente de mi no la va a ofender (lo interrumpió) Gaby merece respeto y delante mío no se lo va a faltar, ahora sí no le molesta salga de mi camerino

Manuel: Y tú quien te crees?

Daniella: Sale o lo saco, como ve? (lo tomó de la corbata con fuerza)

Gabriela: Dani...

Daniella: Hazte para atrás Gaby, no lo voy a volver a repetir, salga de mi camerino (dió una fuerte palmada en el pecho de Manuel)

A Manuel no le quedó remedio que marcharse, una mujer barrio el suelo con su orgullo en cuestión de minutos.

Daniella: Quien es él?

Gabriela: Mi esposo

Daniella: Es un patán y perdona la sinceridad

Gabriela: Se ha vuelto un patán si, muchas gracias por defenderme

Daniella: No hay de que, somos amigas

Gabriela: Cierto (sonrió entre lágrimas)

Daniella: No llores (la abrazó)

Gabriela: Juro que ya no puedo más, desde que acepté este trabajo es un problema distinto en casa, mi matrimonio se ha vuelto un desastre, todos los días una discusión

Daniella: Por qué sigues en un lugar donde no te apoyan?

Gabriela: Manuel no era así, ahora es que se esta comportando de esa manera, y yo ya no se que pensar, solo no quiero llegar a casa (suspiró) creo que me quedaré en un hotel hoy

Daniella: No te vas a quedar en un hotel, vente a mi casa

Gabriela: No quiero molestar, ya bastantes problemas te he dado

Daniella: No digas tonterías, ven conmigo

Gabriela: Gracias (sonrió)

Daniella: Estás mejor con respecto a la escena?

Gabriela: Creo que si

Daniella: Bueno venga, hay que ir al foro

Gabriela: Que nervios

Daniella: Solo respira y conecta con el personaje, déjate llevar y recuerda que ya lo hicimos

Gabriela no se explicaba la confianza y paz que generaba Daniella en ella, apenas la conocía y se estaba convirtiendo en su lugar favorito para escapar del caos. Una vez más la distancia desaparecía entre sus cuerpos, las manos de Dani abrazaban la cintura de Gabriela, y sus labios se acoplaron en un perfecto vaivén, las cámaras, luces y personas alrededor ya no eran un problema, amabas se encontraban en confianza...más de la que deberían de hecho.

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