Los días pasaban y cada vez era peor para Gaby estar sin Daniella, no respondía sus mensajes ni llamadas. Pero no hubo una sola madrugada en la que no se colara en aquella habitación de hospital, para observarla dormir y aunque sea acariciar su pelo, siempre estuvo ahí aunque su Gaby no lo supiera.
Camila: Vamos no seas floja, el médico dijo que tenías que caminar
Gabriela: No tengo ganas Cami, además me está doliendo un poco
Olivia: Eso lo escuchamos antes eh
Regina: Vamos Gaby aunque sea un poquito
Gabriela: Ash está bien, pero que venga la enfermera
Olivia: Oye que te veo muy pegada a la enfermerita esa, a cierta persona no le va a gustar mucho (arqueó una ceja)
Gabriela: Pues hemos hecho una bonita amistad, y a cierta persona no le importo Olivia
Olivia: No digas eso, ella siempre...
Camila: Oli, Oli esa boca tuya! (le cubrió la boca sin dejarla terminar) vamos por un café
Olivia: Si, si vamos
Regina: Y yo aprovecho para llamar a la enfermera e ir al baño, va?
Gabriela: Mhm, y ustedes dos se traen algo las conozco (miró a Olivia y Camila)
Olivia: Nos traemos muchas ganas de tomar café (se marcharon lo más rápido que pudieron)
La recuperación estaba siendo un poco difícil para Gabriela, Alejandra su enfermera la ayudó a ponerse de pie e iniciaron la caminata. No pasó mucho tiempo cuando la primera punzada en su vientre apareció, dejándola prácticamente sin fuerzas a punto de caer al suelo. Sintió esas manos fuertes de quién menos esperaba sostenerla...
Gabriela: Manuel
Manuel: El mismo (besó su mano)
Alejandra: Perdón que interrumpa, la señora Rauchegger debería ir a su habitación
Manuel: Yo la llevo, tranquila