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Izuku volvió al mismo lugar dónde encontró a la criatura, le parecía muy extraño que haya llegado siquiera a la orilla. Leyó mucho sobre las sirenas, algunas positivas y otras negativas, incluso se leyó el cuento de la sirenita pero, nada se comparaba a lo que vio.

Suspiró un poco, tenía trabajo que hacer, se fue a las lanchas dónde sus amigos lo estaban esperando para pescar y empezar su día. La playa estaba hermosa con el resplandor del sol y el mar tranquilo a pesar de la tormenta de anoche, el agua clara como un cristal.

Había varios turistas que llegaron a la zona, Izuku los guío por el restaurante de su padrastro y le dió precios de la comidas que tenían en el menú, muchos extranjeros quedaban asombrados por la variedad de comidas que muchos se quedan en su zona.

Algunos de sus amigos se ponen celosos de que le roban los clientes, está vez, se fue a pescar con ellos. Izuku preparó su red y monto en la lancha junto a un joven pelirrojo, su amigo cercano, Kirishima Eijirou.

—¡Hola, Midoriya!¡Te ves radiante, no te vayas a quemar como aquella vez! — Sonrió el chico ocho años menor que Izuku. El pecoso tenía veinticuatro años, sonrió alegre mientras se pone bloqueador solar en la cara y brazos para luego usar un sombrero de paja. 

—¡Y tú también, Kirishima! Tu mamá casi me regaña por dejarte asar en el sol — Respondió Izuku, el chico se rió y le dió espacio al pecoso para acomodara sus cosas.

—¿Y adónde vamos hoy? ¿Al mismo lugar de siempre?

— Creo que no vamos a poder — Dijo señalando al resto de lanchas que se habían puesto en las zonas con más peces alrededor y si ellos se ponían ahí, se ganaban una pelea segura. Muchos pescadores son competitivos y más teniendo un puesto de comida, a Izuku le importa mucho esto.

—Mmm... Llegamos tarde.

Izuku suspiró se entretuvo mucho con los clientes, ¿Que debía hacer ahora?

—Tengo una idea, espero que si funcione — Mencionó Kirishima encendiendo la lancha, Midoriya alzó una ceja curioso.

—¿A dónde?

El joven pelirrojo se puso un poco nervioso y miró a los alrededores antes de acercarse al hombre peliverde y susurrar en su oído.

—Mi mamá ayer me contó, que mi papá cuando no había peces o los puestos estaban ocupados... Iba a una zona apartada del resto detrás de las rocas del faro abandonado.

— Kirishima, esa zona es peligrosa por tener tiburones y medusas venenosas. Eso que vivo cerca del faro abandonado — Dijo Izuku cruzándose de brazos ante el invento del joven que rodó sus ojos — Definitivamente no vamos a ir no quiero hacerme responsable de lo que te pase.

Midoriya estaba apunto de volver cuando el pelirrojo dijo algo que captó su atención.
— ¡Será una aventura! ¡Además, mi papá una vez me dijo que vio una sirena!¡Puedes creerlo!

— ¿Una sirena...? — Preguntó Izuku lentamente, el joven asintió alegre. El pecoso lo pensó, era peligroso a pesar que conoce casi toda la zona de la playa, vivió casi la mitad de su vida ahí. Conoce cada arrecifes, los animales peligrosos que hay, la marea, etc.

Y por primera vez en su vida, ayer vio una sirena, un criatura mitológica que supone que no existe. El faro abandonado tiene una historia un poco aterradora que Yagi le contó,  un barco marinero se había estrellado contra el faro, no porque los pescadores que estaban ahí no vieron la luz sino porque fue saqueado por criaturas extrañas que hicieron que el barco perdiera el control.

Esa zona estuvo prohibida para turistas y extrajeron, pero estos siempre rompían las reglas e igual iban a visitar, por suerte nadie ha salido herido. Pero se dice, que escuchando cierto canto en el faro y a veces voces.

Everthing I Need - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora