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Ansioso y sin saber que esperar, JungWon apretó aún más la carta en su pecho y sus pies se movieron ansiosos para ir a su oficina y leer

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Ansioso y sin saber que esperar, JungWon apretó aún más la carta en su pecho y sus pies se movieron ansiosos para ir a su oficina y leer. Pero antes de eso, se detuvo frente a la caja donde Jake seguía enfurruñado.

"Jake, ¿como es eso de que tenías intención de atacar al guardaespaldas de Ni-Ki con las tijeras jardineras?", Sunoo palideció ante su pregunta, JungWon mordiéndose la lengua al recordar que, justamente, el peligris no tenía idea de nada. En cambio Jay se tapó la boca controlando la risa y el rostro enfurruñado de Jake pasó a una mueca de asombro.

"¡¿Era el guardaespaldas del príncipe Ni-Ki?!", ante el asentimiento de JungWon, Jake se llevó las manos a la cabeza, "¡¿Y por qué no lo dijo?!"

Sunoo estaba enojado con él, ¿por qué? Porque no le había contado su relación con el príncipe Ni-Ki y como el hombre del cual tan enamorado sonaba este en la televisión, era su jefe. En realidad no era un enojo verdadero, mientras se lo contaba a la hora del almuerzo, el chico pasó de un estado de euforia, retorcerse cuando contaba algo cursi y terminar llorando con su triste historia amorosa, pero no quitaba que llevaba más de un mes y medio ocultándole su relación y bueno, JungWon sabía que si se lo contaba a Sunoo, eso significaba que también se lo contaba indirectamente a Sunghoon, y el peligris si que iba a armar escándalo al saber que todo este tiempo su amante fue el príncipe Ni-Ki.

Pero estaba bien, le hizo jurar a Sunoo casi hasta con sangre que ese era un secreto que solo un par sabían, al menos hasta que todo se arreglara o arruinara más y saliese a la luz.

Ahora, en la comodidad de su hogar finalmente, solitario. Su corazón latió ansioso y emocionado por el contenido de la carta que había sido incapaz de abrir durante ese día. Ni si quiera se quitó los zapatos al entrar, simplemente dejó caer su bolso y corrió a sentarse al sofá con nerviosismo, soltando la carta en la mesa ratona y subiendo sus rodillas al sofá para acomodar su cabeza allí.

"Él sabe que en si, ustedes ya no son nada..."

Volvieron a él las palabras de HeeSeung a su cabeza y su corazón dolió un poco. Si simplemente las cosas fuesen distintas... ellos no estarían en esta situación tan decadente e incierta. Si él fuese alguien con mayor estatus... un noble, o hasta una chica, las cosas podrían ser tan distintas, empezando con el hecho de que, si no fuese hombre, el enamoramiento descubierto de Ni-Ki no estaría siendo tan criticado como lo estaba siendo en ese momento, o si fuera hijo de una familia prestigiosa, tendría la chance de estar cerca de Ni-Ki sin necesidad de esconderse o el tema de la diferencia social fuese un problema. JungWon se odió al pensar en esas cosas luego de un rato, él estaba bien con como era, con su florería, siendo independiente, no podía desear ser otra persona o cambiar de vida y tampoco quería llegar a ese punto.

Extendió la mano para tomar esa hoja, tenía un pequeño pedazo de cinta adhesiva para evitar que se abriera, era tan diferente a las usuales cartas que si no hubiese sido el mismo HeeSeung quien se la entregara, no creería que fuese de Ni-Ki. La despegó con demasiado cuidado, intentando no estropear el delgado papel y lográndolo luego de un minuto. Con un suspiro desplegando la carta para dar paso a toda la hoja escrita al tope, con esa característica letra a la que estaba acostumbrado y que le hizo sonreír contento.

*°• ᴅᴏᴜʙʟᴇ ʟᴏᴏᴘᴇᴅ ᴏ - ᴡᴏɴᴋɪ •°* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora