Cap. 8

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Sexta explosión


PoV General

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PoV General

Desde ese dia en que casi son atrapados por matones y pudieron haberse encontrado con un final trágico, Powder entendió que ya no podia negar esa realidad que le toco que vivir, afrontar y llevar de alguna forma que sigue sin ser clara para sus ojos grises.

Las miradas de tres personas cayeron sobre su persona ejerciendo una gran presión, no estaba lista para ser responsable de otras personas, sin embargo y al mismo tiempo deseaba complir esas espectativas; a veces la libertad de elegir termina siendo más asfixiante que dejarse poner un collar, y esos tres la eligieron para serle fieles porque algo en ella los atraía, un sentimiento de seguridad que muy pocos líderes de ahi abajo pueden mantener.

Paso los siguientes dias pensando, retorciendo su cerebro noche tras noches, sus armas llegaron a su mente; si podia hacerlas funcionar podría ganarse la vida reparando y vendiendo armas; hasta ahora ha hecho algunos intercambios pero el nuevo enfoque sería tener todo un negocio establecido, el problema tambien vendria con las personas que no desean nueva competencia.

No importaba demasiado porque todo lo que hagas ahi abajo tiene ciertos riesgos, tomando ahora como base un edificio que fue abandonado al ser consumido por un incendio provocado; empezó con más necesidad que antes a trabajar sus manos, para su sorpresa Jake también era inteligente, él era la pieza que necesito todo este tiempo.

La pieza que le ayudó a dar el último paso, y eso la lleva ahi, a una mina abandonada, frente al vacío profundo que devora toda la luz emitida por un grupo de luces de fuego hacia sus fauces.

En sus manos una granada se mostraba inquieta por cumplir su misión, recordó todas las noches que junto a ese niño moviendo un par de cables, discutir qué piezas podían estar sobrando o que falta en el interior para hacer que el mundo tiemble por la fusión de sus ingenios.

El sonido metálico acompañado de uno más cuando el seguro es retirado.

Mejorando con creces el diseño, reubicando muy pocos elementos; Jake nunca ha armado una granada o se interesó por estas antes, pero su mente funciona de forma compleja a su propia manera, tenia lógica, si algo no funciona era su momento para brillar y encontrar el camino.

Un susurro, un ruego con su deseo, confiando su futuro y el de sus amigos a esa pequeña granada que podría colocarlos en el mapa como una fuente para propósitos de minería o un poco más oscuros; como diría cualquier persona de las calles, no era asunto suyo, una vez el producto deja las manos del creador, es responsabilidad del cliente.

Pasaron una semana en teoría, dos semanas corriendo de un lado al otro para no ser descubiertos y cuando el mes se cumplio; medio año desde la caída del sabueso, era hora de dar ese paso.

El camino que seguiréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora