𝕮𝖆𝖑𝖑 𝖔𝖋 𝖉𝖚𝖙𝖞 | 𝕾𝖍𝖔𝖗𝖙𝖋𝖎𝖈𝖘

𝕃𝕠𝕧𝕖 𝕚𝕤 𝕒 𝕙𝕖𝕒𝕧𝕪 𝕨𝕖𝕒𝕡𝕠𝕟-𝕀𝕀

Un mohawk. Enormes bíceps. Una sonrisa tranquila y un fuerte toque de acento que hizo que todo el tono del pub fuera más brillante. Eso era Soap en pocas palabras.

— Primero, lo atrapé en su teléfono. No lo había visto en él. Ni siquiera conocía al viejo hijo de puta... discúlpame.

— Está bien.

Era bonito, sin duda, y también encantador.

Cuanto más trataba de no mirar fijamente a John MacTavish, más nerviosa se sentía. El chico, el hombre, era casi demasiado perfecto con ese corte de pelo militar, rastrojos de barba cortos y rasgos simétricos. La combinación de una mandíbula bien formada y ojos de cachorro amigables y juguetones era demasiado.

¿Su contratista tenía el requisito de ser guapo o algo así?

— Entonces lo veo teniendo cuidado. No solo eficiente. Cuidado. Por lo general, va de cabeza a todas partes y saca la mierda de la gente. Presumir, si me lo pides.

Aún así, definitivamente no era de su tipo: tonto, juguetón, coqueto... feliz. Todo lo contrario de Simon.

— Y entonces, durante una misión en México que fue directamente a la mierda, él era todo.

—No puedo morir Johnny, necesito recuperar a Johnny...— Casi tuve que darme un puñetazo para ver que no estaba soñando.

Soap era mucho más suelto con la boca que Simon, que había adoptado una cierta actitud de mantener la calma y continuar durante toda su vida. Probablemente tenía unos treinta años, no mucho más joven en años que Simon, pero mental y desde el alma, mucho más inocente que su superior.

— Luego, después de unas semanas, el mismo hombre intenta suicidarse. Así que diría que el tipo está enamorado, pero eh, ¿qué sé yo?

Ella no pudo evitar sonreír a eso, incluso si el tema era sombrío y la evidencia del deseo pasado de Simon de renunciar no solo a su trabajo, sino de la vida en su conjunto estaba impresa para siempre como otra cicatriz en su piel.

Simon le estaba pidiendo una bebida, usando esa escandalosa máscara con estampado de calavera y otra sudadera con capucha negra que cubría su tatuaje. Estar en un lugar público con ella y Soap aparentemente significaba que tenía que convocar a Ghost. Tuvo dificultades para concentrarse en el relato de John sobre los acontecimientos que habían cambiado su vida porque ese pasamontañas era simplemente ridículo. Solo a los patinadores de 12 años se les debería permitir usar máscaras como esa...

Pero el camarero parecía que estaba a punto de hacérselo en los pantalones. Si alguien más hubiera entrado a un pub con un pasamontañas, se le habría dicho que se quitara esa cosa o que se fuera.

Nadie le decía a Simon que se lo quitara o se fuera.

— ¿Alguna vez se la quita?

— En realidad, esta es la segunda vez que lo veo usarla.