~CAPITULO 16~

217 15 0
                                    

Kate giro su cabeza pero no vio nada, quizás solo era su imaginación haciéndole una mala pasada. ¿Oh no...?.

Kate vio como se estaban formando marcas de pies en el suelo hacia la ventana. Esta solo sé acercó y vio a una mujer con vestido blanco al lado del lago adentrándose a los árboles.

Kate no perdió el tiempo y salió corriendo detrás de ella. Iva lo más rápido que podía hasta que se perdió, había mucha niebla y no veía casi nada.

Vio agua y una mujer flotando mientras está se daba la vuelta pero en un segundo desapareció, miro para todos los lados pero de un momento a otro una mano la tiro hacia el agua. Kate pudo ver una figura cerca y se acercó a ella.

Estaba entre las ramas, había una mano. Kate se acercó y vio como era una persona con una cosa clavada en el pecho. Era la Srta.Jessel. Kate volvió lo más rápido que pudo a casa.

Quiso hablar pero un golpe en seco hizo que cayera.

Kate abría los ojos lentamente. Abrió los ojos y se encontró con todos los que estaban en la casa. Flora le miraba con preocupación mientras que los otros tres con el ceño fruncido.

— Señorita Kate. ¿Que le ha pasado?— pregunto Grose.

— Yo...yo.....— no podía casi hablar hasta que desvió la mirada a un cristal de ahí y se dio cuenta que había un hombre haciendo la señal de que no hablara.

— Solo.. Solo me encontraba mal.— dijo sentándose.

— Bien. Tenga cuidado la próxima vez—

— Yo me quedo contigo.— comento Flora.

Grose solo asintió y salió por la puerta siendo seguida por los dos adolescentes.

Grose se perdió por la cocina mientras que __ iba subiendo las escaleras para seguir leyendo el diario. Miles rápidamente la siguió con todo el sigilo posible.

Esta solo cerró la puerta pero Miles pasó rápidamente sin que se dé cuenta de que estaba ahí.  La chica de rizos se sentó y se dispuso a intentar descubrir algo. Miles le miraba atentamente.

"Sol accidit, nullus aliquid videt. Portas tuas ac fenestras secure claudis. Nemo est securus."

¿Que? Se preguntó la chica. ¿Porque ahora no estaba del revés si no que estaba en otro idioma?. ¿Como sabría lo que decía?.

Se comenzó a desesperar se comenzó a estirar del pelo. Lo más lógico era ir a pedir un diccionario ¿pero a quien?. Grose no era una opción, ¿que tal que le preguntara para que lo quería? ¿Que le contestaría?

"Es que he descubierto un diario/ libro de Quint y hay una frase que no se, ¿me lo daria?" Obvio que no. Eso estaba descartado.

Flora. Flora es pequeña y seguramente esté igual de intrigada y no pararía hasta encontrar el por qué. Y ahora solo quedaba Miles....

No. Claro que no. Prefería ir a un lugar a comprarlo antes de preguntarle. Así que si, cogió su abrigo y algo de dinero. Pero el problema es que no sabía dónde comprar un diccionario, además de que el pueblo quedaba algo lejos. Mierda y ¿ahora que?

Estaba con la mirada fija en el suelo con la mirada perdida. Dos pasos que no eran suyos se hicieron presentes haciendo que esta se asustara.

Miro hacia arriba y vio a ¿Miles? ¿Que hacia él aquí?.

— ¿Que mierda estas haciendo aquí?— le dijo la chica con el ceño fruncido tirando para atrás viendo que este se acercaba.

— Bueno... me dijiste que te ayudara. ¿No? Pues aquí estoy.— Contesto con simpleza con las manos en los bolsillos. Hijo de puta.

— No necesito tu ayuda, estoy bien sola.— contesto pasando por su lado y abriendo su puerta.

— Ya... por eso estabas tan estresada ¿no?— contesto con burla.

— ¿Que más te da si estaba estresada o no? Eso no es cosa tuya. ¿No tienes nada mejor que haces Pura sangre? — Escupió con enfado. Miles tensó la mandíbula al igual que todos sus músculos cuando le dijo Pura sangre.

— No. No tengo nada mejor. Solo quiero ayudar— dijo entre dientes mientras veía que salían de casa y comenzaban a caminar hacia el gran portón.

— Ya. Pues no ayudas, ves a jugar con las muñecas de Flora o algo pero no vengas a molestar.— Dijo mientras se ponía sus auriculares pero un manotazo de Miles hizo que se le cayeran al suelo.

— ¡¿Cual es tu problema idiota?!— le pregunto la chica mientras se giraba a recogerlos mientras le veia.

— Te lo dije una vez, no me hables así.— Dijo Miles. Estaba enfadado, tenía la mandíbula tensa y sus puños cerrados. No tenía el ceño fruncido pero se veía que en cualquier momento su mandíbula se rompería.

— ¿O si no que? ¿¡Eh?! ¿Me volverás a pegar?— Miles solo se mantuvo callado. — Bien. Si no tienes nada mas que decir fuera de mi camino.- Dicho esto Miles le dio un empujón haciendo que esta cayera al suelo de culo.

— No te lo quiero repetir tres veces, por que como te l orejita de nuevo ahí si tendrás problemas. Esto solo ha sido un empujón y lo otro solo fue una bofetada, puedo hacer cosas peores si me tientas.— le dijo.

— Estas loco— un puñetazo en el ojo hizo que jadeara de dolor. — ¡¿Que mierda te pasa?! ¡Estás loco! ¡Ni se te ocurra acercarte a mi!— le dijo mientras se levantaba y le empujaba haciendo que esté finalmente tocará el suelo.

La chica se giro hacia el portón aguantando las lágrimas de dolor. Seguramente el ojo se le inflamará y se le pusiera morado hasta rojo.

Miles estaba en el suelo procesando lo que había pasado. Cuando acabo de procesarlo abrió los ojos y su respiración se agitó. Tenía sangre.

— Mierda, no puede ser. No, no, no, no, no de nuevo.— El chico se levantó y corrió hacia ella con la garganta en la mano. — !__ por favor escúchame?— dijo poniéndose delante de ella.

Esta solo le miro con miedo, si, efectivamente, Miles hizo que de las personas que más quería le tuvieran miedo.

—¿Para que? ¿Para que me vuelvas a dar un puñetazo? Tu mismo me pediste perdón, dijiste que no era tu intención pero lo volviste hacer. Y esta vez peor.— su mirada era una de miedo y Miles lo supo ver haciendo que sus ojos comenzaran a picar.

— Tienes que creerme otra vez, porfavor. Confía en mi.— intento agarrar las manos de la chica pero esta se tiro para atrás con miedo.

— No. Lo hice y lo único que hiciste fue tener sexo contigo. Y yo como idiota confié solo por eso. No te acerques a mi nunca más. Estas loco, mal de la cabeza. Te odio, no me vuelvas a hablar, cuando descubra todo esto me iré. No pienso quedarme aquí.— antes de que miles dijera algo esta se fue.

Mike sintió como si 500 cuchillos se le clavaran en el pecho.

-NARRA MILES-

Me odiaba, la única chica que llegue amar me odiaba, y yo me odiaba a mi mismo por a ver echo lo que hice. Prometo que dejare de molestarte, pero primero tengo que asegurarme de que estes bien así que no me puedo alejar de ti por mucho que me odies. Por que yo te sigo amando.

————————

AL FIN ACABE LAS CLASES. YA PODRÉ PUBLICAR MÁS SEGUIDO 😭🫶🏽

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑;𝑀𝑖𝑙𝑒𝑠 𝐹𝑎𝑖𝑟𝑐ℎ𝑖𝑙𝑑 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora