~CAPITULO 17~

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La chica ya había ido a por el diccionario. Estaba tapándose el ojo morado con el pelo, no quería que nadie viese en qué estado estaba.

Llegó a la mansión y extrañamente todo estaba muy silencioso, no se escuchaba nada, ni siquiera a Flora jugar con sus muñecas.

No se preocupó mucho por eso y subió a su habitación, paso por delante de la habitación de Miles y una vibra rara y un escalofrío hizo que parara delante de esta. Por un momento pensó en abrir pero ¿que le diría? "Hola he entrado por que me da una mala vibra" ¡Claro que no!

Sin más entro a su habitación. Con el diccionario en la mano y la libreta en la otra se puso a leer como nunca. Después de un buen rato buscando dio con lo que buscaba.

Estaba en latín!. ¿Por que estaría en latín? Si Quint sabía Miles también ¿no? Pero por lo que se el sabe solo francés..."

La puerta fue abierta de un golpe asustando a la chica, esta giro rápidamente con el corazón en la boca.

— ¿Miles? ¿Que mierda estas haciendo aquí? Vete. — Dijo con el ceño fruncido. Después de haberme pegado, ¿se presenta aquí en mi habitación sin más?. El chico de rizos iba a hablar pero cerró la boca. — ¿Y bien?—

— No te has curado la herida.— dijo. La chica frunció el ceño aún más.

— Y eso a ti que. Que yo recuerde fuiste tú quien lo ocasionó— Fue interrumpida por el chico.

— Por eso mismo vengo a curarte ese ojo, si no lo hago ahora tú no lo harás y se te infectará. ¿No querrás eso no?. — El chico se acercaba a paso lento a ella.

— Puedo hacerlo yo sola. No te necesito en nada, ¿que no te ha quedado claro?. —

— Claro que me ha quedado claro, pero no creo que puedas curarte el ojo mientras descubres que pone en el libro ¿no? Mon amour. — La chica gruñó.

— Puedo curarme yo la herida y listo. No necesito que alguien lo haga por mi.— Dijo cruzándose de brazos.

— Ya lo creo pero si lo pudieras hacer tú lo abrías echo antes de que yo llegara ¿no?. Por que llevas un buen rato aquí y no te lo has curado.— La chica no lo iba a admitir pero en eso tenía razón, estaba pensando tanto en la libreta y el diccionario que no pensó en su ojo.

— ¿No vas a parar hasta que te diga que si?— dijo esta entre dientes.

— Exacto. Si me dejas curarte eso no te molestaré más.—

La chica lo pensó por unos Segundos. ¿Será buena idea? Bueno, solo me curará el ojo no va a pasar nada, ademas después me dejara en paz.

Esta suspiro.— Bien, pero hazlo, rápido tengo cosas que hacer— El chico sonrió.

— Bien. Es mejor que te sientes en la cama, estarás más cómoda.— dijo sacando las cosas para curarla.

— Estoy cómoda aquí. No hace falta.— No iba a decir que estaba incómoda en esa silla, no iba a darle la razón. El chico solo asintió acercándose a ella.

— Bien. Esto seguramente duela bastante así que si quieres que lo haga más flojo o pare me avisas.— Esta solo asintió cerrando los ojos.

Cuando Miles toco el ojo de la chica con el algodón está dio un salto del susto lo que ocasionó una risa nasal del chico.

En un momento la chica cerró demasiado sus ojos, le estaba comenzando a picar y arder.

— ¿Estas bien?—

— Si... solo que me arde un poco.— El chico asintió. Este le puso un perche, el ojo ya no estaba inflamado solo tenía un moretón.

— Gracias.— le dijo. Miles iba a responder pero un grito les hizo asustarse y mirar hacia la puerta.

Los son enseguida salieron corriendo de la habitación, bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron con cuidado y cuando llegaron vieron una escena desagradable.

Vieron como uno de las jardineras tenia una de las tijeras de podar clavada entre el cuello y el estómago.

— ¿Que cojones?—

— ¿Está muerta?—

— Sra.Grose, ¿Está usted bien?— le pregunto Kate quien estaba tapando los ojos de Flora.

— Si, si, eso creo.— era la primera vez que aquella señora demostraba miedo en sus palabras y solos. — Llevaros a Flora con vosotros, Miles y __ — les dijo Grose.

Los dos adolescentes no les quedó de otra que agarrar cada uno la mano de Flora y volver para adentro.

— ¿Que le ha pasado?— pregunto Flora subiendo las escaleras.

— Pues... aaaah, digamos que se ha desmayado y se ha echo bastante daño.— Le dijo Miles, obviamente no le iba a decir a su hermana de 8 años que un señor mágicamente tenía algo clavado entre su garganta y estómago.

— ¿Pero se pondrá bien?— Miles no respondió así que la más pequeña miro a la otra chica en busca de respuestas.

— Pues... depende, el golpe a sido bastante grave, seguramente esté en el hospital por bastante tiempo.—

La niña solo asintió perdiéndose por el salón en busca de sus muñecas.

La chica más mayor giro su cabeza hacia la ventana viendo como Grose y Kate llamaban a alguien, posiblemente a la policía. Una mano en su hombro hizo que esta se sobresaltara.

— ¿Estas bien?— Le pregunto Miles.

— Si. Claro. Acabo de ver como una persona que no conozco de nada tenía clavado unas tijeras, estoy perfectamente, Miles.— respondió con cierto sarcasmo. El chico solo rodó los ojos ante la actitud y contestación de esta.

— Yo solo he preguntado, no hace falta que te pongas a la defensiva.— exclamó con el ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos.

Esta iba a responder pero Flora interrumpió.

— ¡Vamos a jugar con mis muñecas!— Dijo mientras daba saltitos.

— Claro.— Miles cogió la mano de su hermana y se la llevó. La chica solo gruño con enfado y le  dio una patada al aire siguiéndolos.

¿Que pasaría después de esto? Se preguntaba la chica. No era una situación normal, no creía que el señor se hubiera matado por que si, y menos de esa manera.

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YA CASI 1K DE LECTURAS 😭🫶🏽🤍

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑;𝑀𝑖𝑙𝑒𝑠 𝐹𝑎𝑖𝑟𝑐ℎ𝑖𝑙𝑑 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora