Capítulo 13

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Cheryl no podía odiar su suerte mejor, el hecho de que Minerva se apareciera en el almuerzo en definitiva no estaba en sus planes.

- Cheryl, que sorpresa encontrarte aquí - dijo la modelo una vez cerca de la mesa.

- Lo mismo opino - se colocó en pie para saludarla.

- Me alegro de volver a verte - ella se aproximó a Cheryl y la abrazo frente a Antoinette la cual arrugo un poco el ceño ante la escena.

Por primera vez, Cheryl no deseaba esas muestras de cariño. Devolvió el abrazo y la alejó de forma rápido.

- Hola señorita Marble, un gusto volver a verla - dijo Toni levantándose para saludar a pesar que sus ánimos estaban por el suelo. Ver a la modelo junto con su jefa era una clara muestra de lo diferentes que ellas eran.

- Hola querida. Me alegro de encontrarlos - respondió con una sonrisa falsa - he estado realizando una sesión de fotos cerca de aquí y decidimos con algunos compañeros, dirigirnos hacia este restaurante a comer.

- ¿Son fotos de revista o publicitarias? - le preguntó Antoinette tratando de ser educada, pero para ser sincera no le interesaba.

- Son publicitarias, soy la imagen para Cover Uk. Es agotador, pero disfruto ver mi rostro por todos lados - dijo observándola de pies a cabeza - Ah, por cierto Cheryl; necesitó hablar un momento contigo, es sobre un tema laboral - se giró hacia Antoinette - no te molesta que te lo robe un momento ¿Verdad?

- No, claro que no. Las esperaré acá - dijo Toni de forma neutra, sin mostrar su molestia.

- Ya vuelvo cariño - le dijo Cheryl antes de depositar un casto beso en sus labios enfrente de Minerva.

Cheryl se encaminó detrás de la modelo a un área donde pudieran mantener una conversación íntima. Se colocaron en el jardín del restaurante, escondidos de miradas indiscretas.

- Cuando me dijeron que te casabas no lo creí hasta ver las fotos con tu prometida.

- ¿Qué quieres Minerva? - Cheryl conocía demasiado bien a Minerva. Llevaban años en una relación por conveniencia sin ataduras, ella sabía que Cheryl frecuentaba a otras mujeres, como una de las corredoras de bolsa de Walt Street, o la vicepresidenta de las empresas Mapreco; mujeres independientes, personas con metas establecidas donde la ilusión del amor no entraba en la ecuación.

- Quiero saber lo que tienes realmente con ella; creo que nos conocemos lo suficiente como para que pretendas que yo crea que ahora estás enamorada y tienes el deseo de casarte con ella.

- ¿Y si fuera así? - le dijo Cheryl extrañamente molesta; no podía dejar que Minerva descubriera la verdad.

- No sería con esa chiquilla, ella no es tu estilo Cheryl, además, tú y yo sabemos que jamás has logrado mantenerte tu interés en una sola mujer.

- Eso no es de tu interés...

- Claro que si - se acercó a ella - Sabes muy bien que tú y yo en ese aspecto somos iguales. Somos seres tóxicos, incapaces de realizar tal compromiso con otra persona que no sea nuestro igual. Y dudo que la pequeña tonta sepa como satisfacerte...

-  No hables así de ella.

- ¿Acaso me equivoco? A no ser que la hayas dejado embarazada - se acercó a él y le acaricio el pecho - Pero tú odias a los niños, así que dudo que ese sea el motivo de esa boda algo...  apresurada y muy sospechosa, querida.

- No está embarazada - Cheryl tomo las manos de ella y las quito de su cuerpo. Sentía como su enojo comenzaba a crecer.

- ¿Entonces por qué te casaras con ella? ¿Tan buena es la chiquilla en la cama? 

Casada con mi jefaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora