Capítulo 21

333 39 13
                                    

- Mira que hermoso - Midge estaba examinando la piedra que Antoinette llevaba en la mano, su anillo de casada era sencillo pero muy impresionante.

- Lo sé - contesto con una sonrisa, estaba que sudaba azúcar de la felicidad que sentía.

-Pero mira que alegre te encuentras; parece que alguien disfrutó de su noche de bodas.

- ¡Midge! - la reprendió Antoinette.

Pero era cierto, ayer durante el almuerzo ella se asustó al ponerle nombre a lo que siente por Cheryl.

Pero ese pensamiento la hizo feliz, tiene un año para enamorarlo. Si no... Ya vera donde la lleva la vida pero no se rendirá sin luchar.

Cheryl en cambio se muestra tierna y cariñosa con ella; ayer fue increíble la forma desinteresada en la que ayudo a su hermano. Y por la noche la ayudó a arropar a la su hija y le hizo el amor de forma delicada, como si la adorará solo con su cuerpo, ella se siente en una nube de felicidad.

- Bueno iré a contactar con el centro de materiales para corroborar estas medidas, si necesitas algo me notificas.

- Está bien. Gracias Midge.

- De nada.

Antoinette se dirigió a su escritorio pero un golpe en la puerta la detuvo.

- Adelante.

- Hola señora Blossom - Ella todavía no se acostumbraba a su nuevo apellidó, pero se impresiono más al ver a Ginger en la puerta.

- Hola ¿Qué sucede? - era raro tener a Ginger buscándola.

- Quería hablar contigo. La otra señora Blossom me dijo que fuiste tú la que intercediste para evitar que me despidieran; te quería dar las gracias por eso - se notaba que no quería decir lo que dijo, y ella supo que fue Cheryl quien la mando.

- Mira Ginger, yo sé que nunca nos hemos llevado bien... pero no solo por eso te deseo el mal. Pero no vuelvas a besa a mi esposa, si no; no podré volver a interceder por ti ¿entendido?

- No se preocupe - dijo cruzándose de brazos - mientras ella no quiera nada de mí. Yo no haré nada, con su permiso - giro sobre sus talones y salió de mi oficina.

¡Qué arpía! - pensó Antoinette.

Ignoro las palabras de Ginger y se concentró en su trabajo, estaba feliz por tener ya terminados los Stan del concurso; se decidió a llamar a su familia, pero fue igual que siempre... nunca contestan su llamada.

Ella no sabía porque eran así, pero no importaba; Sabia no podía hacer nada para cambiar la situación por mucho que lo deseara.

Otro golpe en la puerta la trajo de vuelta a la realidad y Cheryl entro a la oficina.

- Hola querida esposa.

- Hola querida esposa - le siguió la broma.

- Te venía a recoger para ir a almorzar en la cafetería o si quieres ir a algún otro lado por mí no hay problema.

- No, la cafetería suena bien, ya sabes... debo presumir estar casada con la jefa - bromeo aprovechando el buen ambiente.

- A riesgo de parecer arrogante; pensé que te habías casado conmigo por mi estupendo sentido del humor - dijo con una sonrisa sardónica.

- Ya... seguro que tu agudo ingenio y arrolladora personalidad fueron otros de los motivos.

Ella soltó una divertida carcajada.

- Gracias por tu voto de confianza.

- De nada. Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has hecho por mí.

Casada con mi jefaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora