Casada con mi jefa

Capítulo 15

- Lo sé Antoinette, Cheryl es una gran mujer, y siempre supe que encontraría a una buena mujer para ella - respondió Penélope

Se notaba el amor de esa mujer hacia su hija, a pesar de no ser su sangre de su sangre, ella lo ama como si lo fuera.

- Debo dejarte querida, me imagino que haz de estar cansada, ah, y no te preocupes; yo me encargaré de mi nieta el viernes por la noche - siguió Penélope

¿Viernes por la noche? se preguntó pero recordó su despedida.

- Gracias Penélope, nos ha ayudado mucho. Con Cheryl estamos muy agradecidas

- No es nada querida, para eso está la familia; bueno ahora si debo dejarte. Dale un beso de mi parte a la cabezota de mi hija y que descansen.

- Lo haré. Muchas gracias, adiós - así colgó la llamada.

Antoinette sentía las lágrimas seguir en sus ojos, se sintió una persona horrible por montar esta farsa, pero más le dolía encontrar una familia que la trate como una de ellos. Las lágrimas cayeron y ya no las pudo detener. Era alguien despreciable.

Cheryl aprovechó el momento para entrar, el verla tan triste le alborotaba sus emociones, se acercó a ella que estaba de espaldas a la puerta y le dio una vuelta para poder abrazarla.

Ella se asustó al sentir los brazos de Cheryl a su alrededor pero en este momento necesitaba apoyo, este matrimonio la haría sufrir mucho.

Primero, su esposa no le será leal y posiblemente la engañe en sus narices como ya está demostrado. Segundo, su familia no estará en su boda; tercero, la familia de su esposa es perfecta y la quieren como a una hija cuando ella no es más que una vil mentirosa, y cuarto... ella tiene miedo de sentir algo por Cheryl, ella sabe que Cheryl jamás va a poder corresponder cualquier sentimiento que ella llegue a tener por ella, excepto atracción física.

Son cuatro razones...

Cuatro motivos por los que no debería casarse, pero el pensar en ser arrebatada del lado de su hija le duele más que todos esos motivos juntos.

Se abrazó a Cheryl y dejó fluir sus temores y miedos.

- ¿Qué pasó?, ¿Qué te dijo mi madre? - pregunto Cheryl con miedo en su respuesta.

- No fue por lo que ella dijo - se alejó un poco para poder ver su cara, la pelirroja levanto la mano y le sostuvo su cabeza mientras con el pulgar le retiraba las lágrimas.

- Entonces ¿por qué? - susurró.

- Es por todo Cheryl, me siento mal por la mentira. Tengo miedo de dañar a tu familia y a mi hija con todo esto...

- Oye, escúchame, se cómo te sientes. Pero es lo mejor para los tres; la niña no será separada de ti y yo podre mejorar mi imagen ante todos.

- Lo sé, es solo que este miedo no desaparece, lo tengo aquí atravesado en el pecho - le dijo ella. Verla tan triste la ponía mal.

- Tengo una idea. Ven - ella, la tomó de su mano y la dirigió al vestidor - ponte tu pijama.

- ¿Tu idea es dormir? - dijo ella con una pequeña sonrisita.

- No exactamente - aseguro guiñándole un ojo.

- ¿A qué te refieres? - le dijo ella seria.

- No es nada de lo que esa pequeña mente sucia que tienes está pensando - aseguro tomándole el pelo.

- ¿Ahora yo soy la de la mente sucia? - le preguntó a lo que Cheryl solo asintió con una sonrisa feliz de haberla distraída - ¿Quieres que te recuerde quién quería acostarse con quién?-  le dijo ella regresando la suya.