Fuera de lugar.

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Pablo Gavi.

No sabía si acercarme o si quedarme quieto en el lugar, pero permanecía con una sonrisa amplia en mi rostro al verle.

– Un gusto poder tenerte aquí finalmente, he seguido tu juego y tus movimientos durante varios meses y creo que eres una de las personas ideales para terminar de completar la increíble plantilla que estamos creando entre todos en este club. – al final acabó acercándose hacia mí para extender su mano y apretarla con la mía tratándose de un saludo formal. – Puedes llamarme Xavi, míster, entrenador, como quieras aunque si te soy sincero prefiero que me llames míster, así es como todo el mundo me llama.

– Muchas gracias Xavi por interesarte en mí y querer ficharme en este gran club, estoy tan emocionado de comenzar mi nueva carrera aquí, daré lo mejor de mí para ganar cada partido, como si es necesario dejarme la piel en el campo. – asentí con mi cabeza a la vez que las palabras salían de mi boca y le sonreí de lado.

– Me gusta lo que dices, así se habla. – estiró el brazo en dirección a la puerta de la que salió mientras su mirada seguía puesta en mí. – Estoy con los jugadores y les comenté que venía un jugador nuevo pero aún no saben quién es, ¿quieres pasar ya y conocerlos a todos?

No estaba muy seguro de querer entrar todavía, siempre me cuesta algo relacionarme con las demás personas cuando se trata de un primer trato, pero claramente no podía decirle que no a mi nuevo entrenador y menos salir corriendo a algún lugar donde pudiera estar solo para procesar todo lo que estaba sucediendo en estas pocas horas que llevo en el Camp Nou. Tenía que empezar a llevar las cosas de una manera diferente ya que aunque tenía dieciocho años recién cumplidos debía actuar como alguien mayor.

– No te voy a mentir, estoy algo nervioso respecto a eso ya que no soy muy bueno a la hora de relacionarme con la gente así de rápido, hoy ha sido un día de muchas decisiones y cosas nuevas para mí y pues tampoco ayuda mucho ese sentimiento de miedo y agobio. – le acabé confesando mientras llevaba una de mis manos hasta la nuca para rascarme está de manera leve.

– Gavi, ¿puedo llamarte así verdad? Me dijeron que te gustaba ese apodo proveniente de tu apellido. – se acercó a mí y colocó una de sus manos en mi espalda. – Te entiendo, recuerdo el primer día que llegué a este club, estaba más que nervioso porque sentía que quizás no podría encajar aquí con los demás jugadores pero claramente tenía que dar una buena imagen tanto a mi entrenador como a los demás de la plantilla. Louis Van Gaal me dijo "Desde que te ví sentí algo que no he logrado sentir con mucho jugadores, sé que serás un grande y que junto a tí este equipo llegará muy lejos, así que no temas lo que puedan pensar ahora de ti y esfuérzate en crear una buena y bonita historia junto a ellos." Y te digo esto también a ti Gavi, por eso tomé la decisión de darte el dorsal seis en cuanto llegaras aquí, porque como dije antes te he estado viendo durante varios meses y me gusta tu forma de jugar. Él vió en mí lo que yo ahora veo en tí. – me dió dos pequeñas palmadas en la espalda y me comenzó a guiar hasta la puerta. – Ahora, vas a entrar ahí y vas a comenzar una nueva familia.

Escuchaba y sentía cada palabra que Xavi me decía, ahora mismo podría estar saltando de la emoción porque mi ídolo de la infancia me dijo las mismas palabras que le dijo su entrenador cuando entró al Barça y también que el dorsal que llevaría a partir de ahora fuera el suyo y haya decidido él mismo dármelo a .
Definitivamente después de esas palabras de alguna manera me animaron y ya estaba un poco listo para conocerlos por fin.

– Aparte, sé que encontrarás a alguien con el cual conectes. Siempre para el seis hay un ocho. – me sonrió ampliamente y luego rió mientras negaba con la cabeza lentamente. – Muchos recuerdos acaban de venir a mi cabeza, pero lo que quiero decir es que con la primera persona que conecté fue con Iniesta y sé que tu también encontrarás a tu Iniesta que te complemente en el campo y fuera de este. – volvió a señalar la puerta del vestuario y me miró asintiendo. – ¿Listo?

Don't blame me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora