Venganza.

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[Si se concentran en la venganza,
se mantienen frescas las heridas
que de otro modo habrían sanado.]

                                               Adeline Yen Mah.

Pedri.

Después de la victoria contra el Girona, todo volvió a la normalidad con los entrenamientos, aunque el único cambio que había es que ahora el famoso Pablo Gavi ya se incorporó con el equipo.

De verdad que intentaba ignorar su presencia, pero era imposible. Por mucho que me dijeran mis amigos que dejara y olvidara el tema, yo simplemente no podía. Desde ese partido mi vida había cambiado un poco, ahora tenía más cuidado en los partidos, ya que lo había pasado bastante mal en el hospital. Incluso, me llegaron a decir que tuve suerte, porque el pelotazo llega a ser más fuerte y un poco más arriba y lo más probable es que no me hubiera recuperado. Así que claramente no podía verlo, era notar su presencia y ponerme de mal humor.

Quería, bueno no, necesitaba venganza.

Viernes, 9:15 a.m.

El entrenamiento comenzaba a las once de la mañana, pero a mí siempre me gustaba llegar un poco más temprano para dejar todas mis cosas preparadas y organizadas. Saludé algunos trabajadores y parte del staff para comenzar a caminar hasta el vestuario, mandé un mensaje al grupo que tenía con los chicos diciendo que ya había llegado y como no, recibí un mensaje de Ferran llamándome loco por estar ya, yo simplemente rodé los ojos y volví a guardar mi teléfono en el bolsillo de mis vaqueros.

Cuando había llegado por fin al vestuario, me quedé por unos segundos en la puerta viendo su foto al lado de la mía, apreté la mandíbula viendo la sonrisa que tenía en la foto y negué con la cabeza para ya por fin ir directo a mi taquilla. Es que, mira que había sitio en el vestuario y el staff decide ponerla justo ahí al lado mía, definitivamente se iba a arrepentir.

Abrí mi taquilla para sacar la ropa del entreno cuando vi un bote de crema que me solía poner cuando me daba algún dolor muscular en la pierna, la crema era transparente y algo pegajosa, una sonrisa se formó en mi rostro al maquinar una pequeña broma para mi querido compañero de equipo. Agarré la crema y comencé a esparcirla por su asiento mientras pasaba esta con mi dedo para que llenara todo el asiento, una vez listo me reí levemente y volví a guardar la crema en mi taquilla. Ahora sí, fui directo al baño para poder ponerme la ropa adecuada.

Una vez estaba ya puesto con el equipaje de entreno, me dirigí al lavabo y observé mi rostro en el espejo, tenía un poco de ojeras, la verdad es que estos días no he podido dormir muy bien. Abrí el grifo para el lado que salía el agua fría y me refresqué un poco la cara, para estar más despierto y activo.

Salí del baño para ir directo nuevamente a mi taquilla, abrí esta y dejé ahí la ropa con la que había venido al campo.

⚽︎ ✧˚ ༘ ⋆。˚

10:35 a.m.

Me encontraba hablando con los chicos mientras ellos se ponían sus botas.

– Esta mañana lo pasé fatal. – comenzó a hablar el valenciano mientras se acomodaba bien la media para que le pudiera entrar bien la bota. – me puse a meditar en la cama y claro se me durmió el pie por tener mi cuerpo apoyado y no se me ocurrió otra mejor idea que levantarme de la cama aún con el pie dormido. – se terminó de atar los cordones de las botas y nos miró. – me doblé el tobillo y dejé de sentir el culo del golpe tan fuerte que me di.

– ¿Desde cuándo meditas? –  Cubarsí se rió mientras se ponía a mi lado y me pasaba su brazo por mis hombros.

– La meditación es sumamente importante Paulino. Te despeja de todo, es bueno, se los recomiendo. – se levantó de su asiento y luego pasó por mi otro lado y me dió una colleja. – Por cierto Pedrito, que calmado estás hoy, ¿ya vas a dejar en paz al pobre chaval?

Don't blame me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora