𝚁𝚎𝚗𝚐𝚘𝚔𝚞 𝙺𝚢𝚘𝚓𝚞𝚛𝚘 𝚡 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚘𝚋𝚞 𝙺𝚘𝚌𝚑𝚘𝚞
Los fuertes vientos chocaban contra las rubias hebras del mas alto, una que otra hoja que descendía de aquellos frondosos arboles aterrizaba en la despeinada cabellera del ya mencionado y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• •.°✦ •.°
__▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂__
𝘊𝘢𝘱 04
"𝐈𝐧𝐜𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞"
𝘗𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴: 1913
__▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂__
/ / / /
El cuarto se encontraba en penumbra siendo única fuente de luz leves ondas provenientes de la gran luna que se posaba afuera en el osuro cielo las cuales se filtraban por la ventana evitando así la oscuridad absoluta. No podía dormir pese a que era muy seguramente de medianoche.
Se levantó de la cama y se dirigió al escritorio para encender la pequeña lámpara que se encontraba sobre este. Sacó de su cajón un pequeño recipiente de vidrio transparente que contenía un líquido de color lila.
Tomó una jeringa y sacó una pequeña cantidad del líquido o mejor dicho veneno...si, veneno, ella se estaba envenando con un componente que ella misma había creado el cual se lo inyectaba diariamente. Kochō conocía los riesgos a los que se sometía y que cada día que pasaba su salud se desmoronaba.
El plan perfecto para que llegado el momento en el que le hiciera frente al demonio asesino de su difunta hermana así perdiera la vida combatiendo contra el ya mencionado el veneno que recorre las venas de su cuerpo lo acabarían desde adentro.
"...Cada vez que lo hacía se recordaba así misma la razón por la que arriesgaba su vida..."
Un dolor insoportable se apoderó de su cuerpo. Debía resistir, lo que se empieza se acaba...Se odia así misma, su corazón no halla razón para vivir con una felicidad que nisiquiera la hace feliz...solo engaña a las personas de su alrededor con aquella hipócrita sonrisa que tanto tiempo le ha llevado perfeccionar.
"...una inútil..."
Que solo pudo ver cómo su hermana moría y daba sus últimos alientos para despedirse. De haber sido una buena hermana no habria dejado que la única familiar que le quedaba viva hubiese fallecido en sus brazos.
Sin pensarlo dos veces agarró decidida la jeringa y se la inyectó en el brazo y para evitar quejarse de más por el dolor tuvo que morder con fuerza su labio inferior pues tanto las niñas como Kanao estaban durmiendo y a parte de que ninguna de ellas conocía esa faceta de Shinobu. Ella prefería ocultarlo pues no quiere que se preocupen ni que sufran por su culpa.
