Prólogo

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La escuela estaba rodeada de gritos, aquel hombre que tanto acechaba las ideas revolucionarias había cometido actos atroces y tristemente irreversibles, había fuego por el lugar, los jóvenes corrían y como de fábula algunos maestros peleaban para defenderlos pero simplemente no había cordura dentro de lo que ocurría. Entre gritos decían que todo había comenzado en las canchas del Colegio. Enzo Camil corría a toda velocidad junto con Jesús y Adrián Dzayn, lo que pasaba al final del colegio era un misterio, se oían gritos y golpes, muy fuertes, los alumnos intrigados y aterrados se asomaban por las ventanas y rejas del colegio, en el centro estaba Rubén Villanueva, era un profesor de Química , se le veía pelear a lo lejos.
Los tres chicos entraron en pánico cuando un fuerte grito anunció que el director del colegio yacía muerto en el patio. La desesperación se asomó desde el interior del alma de cada uno de los presentes, esta vez los alumnos ya no se quedaron para mirar, huyeron tan pronto como pudieron, Enzo, Jesús y Adrian se miraron, asintieron y corrieron en sentido contrario hacía donde los demás buscaban la salida, en un santiamén estaban en las canchas del colegio, y cuando Rubén los vió correr hacía la oscuridad del patio también lo hizo sin dudarlo. Aquel hombre que había causado todo estaba huyendo, los alumnos y ahora también el profesor iban tras él, se oyeron más gritos, disparos, golpes, algunos encapuchados huyeron, otros maestros cayeron.
Aquellos que presenciaron el final de la batalla solo vieron volver a Rubén con dos terribles noticias... Los gemelos habían muerto y Enzo camil junto con aquel asesino había desaparecido, aquella larga noche del 24 de noviembre Rubén Villanueva se hizo director del Colegio de Ciencias del Oriente.

Las Crónicas del Oriente: 1.HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora