La fundadora

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-Son su única familia viva - dijo el notario a Acuario y Leo. Su amiga la general había fallecido.
- ¿Le indicó a dónde había que sepultarla? - preguntó Leo al notario.
- Así es, dejó en su testamento lo que ya les he comentado y una carta... pero está a nombre de Acuario y Leo ¿les resultan familiares estos nombres? - dijo el notario.
- ¡Claro! - se apresuró a decir Acuario.
- Creo que debo dárselas de ser el caso, la tenía por aquí... - el notario revolvía entre su maletín, Acuario le puso una mano en el hombro a Leo, su mejor amiga había muerto de cáncer.
- Tomen - dijo el señor a Leo y le blandió la mano con una carta. Leo la tomó y el notario se retiró después de indicarles en dónde se velaría a su amiga, quien había dejado órdenes de que ambos se hicieran cargo. Acuario desdobló la carta y miró la letra de su querida amiga, ipso facto le dieron ganas de llorar, pero se mantuvo firme para leérsela a su amado.
Mis queridos Leo y Acuario:
Les escribo esto en mis últimos momentos lúcidos, no los he llamado ni los llamarán hasta que este muerta porque no quiero que me vean perecer, discúlpenme por no permitirles que miren como una pobre vieja como yo se muere. No estén tristes por favor... así como ustedes se volvieron a ver después de tanto tiempo, yo volveré a reunirme con él. Agradezco tanto su trascendental amistad, siempre llevaré en mi memoria los días que juntos estuvimos en la guerra, así como el día en que pusimos un alto a esta. Jamás les pude agradecer su sacrificio para con la causa pero les puedo asegurar que valió toda la pena del mundo cuando vi el Colegio de Ciencias del Oriente al fin de pie.
Me tengo que ir, porque este maldito cáncer me lleva, pero quisiera pedirles un par de cosas antes de partir, primero quiero pedirles que se sigan amando hasta el último día en la vida de cada uno, dense todo el amor que merecen Acuario y Leo, segundo he de advertirles de algo que vi la última vez que estuve en el colegio... creo que ya lo saben pero entre las sombras un nuevo peligro ronda nuestro colegio y no dudo que también a nuestro país. Manténganse alerta, que yo ya lo he visto, es peligroso y manipulador como lo era Ordaz, deben por favor prometer que van a luchar porque quien sea esa persona no cause daño en nuestro colegio. Se esconde con el nombre de un ave de plumaje azul, tengan cuidado y manténgalo lejos del colegio, puedo ver como el rayo alcanza la torre para nuestro colegio si ese hombre toma el poder. Confío en que ustedes podrán detenerlo, por ahora no sé más... pero si antes de partir logro descubrir más les dejaré otra carta.
Ahora me despido, gracias nuevamente por su amistad, su sacrificio y su bondad... son dos ángeles maravillosos y cuidaré de ustedes desde donde esté, los quiero mucho y les agradeceré que cumplan con las últimas voluntades esclarecidas en mi testamento. Lo hicimos, juntos.
Atte. La fundadora.

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⏰ Última actualización: Jul 16 ⏰

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