Debería matarlo, debería matar al imbécil que agoniza sobre la entrada de su casa, pero no puede. Y no precisamente porque no quiera hacerlo, sino más bien porque consiguió darse cuenta de cómo Yuuji lo observaba.
Su hermano... él aún seguía amando a ese tipo, y aunque eso aumentara mucho más su odio, no podía hacer algo al respecto.
"Yuuji." El albino no deja de susurrar su nombre, a pesar de los duros golpes que ha dejado sobre su rostro. No hay un mínimo espacio de piel que no esté cubierta de sangre y moretones.
Con la punta de su zapato bajo su mentón, eleva su cabeza, mirándolo con asco y rencor. Al fin tiene a sus pies al imbécil que ocasionó que su vida se fuera a la mierda, por fin puede hacer todo lo que se imaginó haciéndole; sin embargo, la razón por la cual haría lo que haría, es la misma por la que debe contenerse.
Yuuji lo odiaría -aún más- si termina con la miserable vida de ese tipo, y ya no puede permitirse aquello, no después del último suceso.
"Cierra la puta boca y lárgate si no quieres que acabe contigo."
Hay una sonrisa de suficiencia adornando su rostro, pero por dentro, no tiene la satisfacción que creyó obtener. Puede verse reflejado en aquel bastardo, pues al igual que él, también arruinó la vida de su hermano. "No le hagas daño." Escupe, junto a un poco de saliva impregnada de sangre por las comisuras de su boca.
Deja que una risa suave salga y trastorne aún más el cerebro enfermo del hombre. "¿Por qué no debería?" Se agacha, flexionando ambas apiernas, y recargándose sobre la punta de sus pies. "¿Acaso no es lo que querías que hiciera?"
"Maldito bastar-"
"Fue fácil involucrarme con esa mujer y lograr que abandonara todo por mí, inclusive a su adorado hijo." La nariz del tipo se arruga en una expresión de odio, y le sorprende que aún pueda hacer alguna mueca que no sea de dolor. "¿Crees que no será sencillo dominar a mi hermanito y obligarlo a hacer lo que se me antoje?" Acerca su mano a la mejilla del albino y deja palmadas rudas sobre ésta, riendo al mismo tiempo. "Después de todo, tú ya no estarás para protegerlo."
El tipo niega, con la mirada perturbada e intentando ponerse de pie. "N-no, no vas a tocarlo." Pero no puede; no cuando tiene los huesos molidos y su visión es casi nula.
"Será realmente bueno poder ver el mismo escenario que el de las fotos que enviabas, pero ahora en primera persona." Sus manos, magulladas y temblorosas, se aprietan en puños. "Pero vamos, no te sientas triste, ya lo disfrutaste por mucho tiempo, ¿no es así?" Puede sentir la ira emanando y traspasando su piel, intentando asesinarlo con su sola mirada. "Es hora de que alguien más lo haga, y quien mejor que su hermano mayor. Aún le quedan muchas cosas por aprender al mocoso, y estaré más que complacido por enseñárselas." Con su lengua, humedece su labio inferior, creando una expresión más enfermiza ante los ojos del albino.
Uno de los brazos del tipo se eleva, casi llegando a golpear su rostro, pero él es más rápido y tiene el suficiente tiempo para detenerlo en el camino, apretándole con fuerza la muñeca y lastimando aún más su piel al retorcerla.
"Haré que te olvide." Susurra. "No serás más que un feo recuerdo para él."
Deja de reír, pero la sonrisa perversa no abandona su rostro. Se pone de pie, y empuja con uno de sus pies el cuerpo pesado, hasta que la puerta pueda cerrar por completo.
Finalmente.
Por fin obtuvo su ansiada venganza, y destruyó al imbécil físicamente de la misma manera en la que destruyó a su hermano emocionalmente.
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Pics
FanfictionSukuna recibe fotos de números desconocidos, en las que se muestra a Yuuji en situaciones comprometedoras.