Capítulo 21: Deseo

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Diana

-Quiero decir... incluso si siempre conservas ese "asqueroso" positivismo tuyo, alguna vez debes equivocarte...- menciono viéndola de reojo.

-Muchas veces- afirma sonriéndome de lado.

-¿Y entonces por qué crees que valdría la pena repetirlo o... afrontarlo siquiera?-

-Yo aprendo de mis errores, no me quejo de ellos- se encoge ente hombros con despreocupación -tienes que entender que a veces hay cosas que escapan a tu "asquerosa" necesidad compulsiva de control- 

Cuando ve que estoy a punto de replicar, continúa cortándome las palabras.

-Diana, no todo en la vida tiene que ser tu culpa. Y si la lías en grande pues bien, lo tomarás en cuenta la siguiente y ya- me lanza una exasperante mirada de comprensión y calidez -las personas que se arrepienten de las decisiones que toman, son doblemente miserables-

Y si no lo entendía pronto, mi vida estaría destinada a ser "infinitamente" miserable por siempre.

Goten y yo nos sentamos en el cómodo sofá de la sala en la que apenas está mañana y parte de la tarde habíamos estado jugando un agradable juego de mesa

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Goten y yo nos sentamos en el cómodo sofá de la sala en la que apenas está mañana y parte de la tarde habíamos estado jugando un agradable juego de mesa. Gohan intercambió unas palabras con Videl que no me interesé en escuchar y regresó para sentarse frente a nosotros.

Mantenía mi mirada en la cicatriz casi imperceptible a lo largo de mi mano, sintiendo sobre mí la mirada de Gohan, por el rabillo de ojo alcanzaba a percibir cómo Goten intercambiaba la mirada entre uno y otro, atento y curioso, pero esperando que alguno tomara la delantera.

-Estoy muy feliz de recordarte- levanté la mirada a Gohan -sé que en teoría no te recordaba y que no podía echarte de menos, pero siempre sentí que le faltaba algo a mi vida-

Apartó la mirada y pude ver cómo contenía algunas lágrimas.

-Y estoy seguro que no fui el único que se sintió así-

¿Estaba diciendo que no podía culpar a ninguno de ellos por lo qué pasó?

Tenía razón, no podía.

-Fue muy amable de tu parte quitarme a Goku y Milk del camino, pero no tengo intenciones de quedarme en tu casa- ambos me vieron sorprendidos.

-Lo dije en serio-

-Lo sé- reafirmé -gracias por eso- y lo decía de forma sincera.

Cuando intenté ponerme de pie Goten saltó sobre mí y se abrazó a mi cuello, juntando nuestras mejillas, probablemente si hubiera estado más tensa o a la defensiva, alguna reacción involuntaria de mi parte lo habría lastimado.

-¿A dónde irás?- preguntó en mi oído, pero Gohan también lo escuchó.

-No lo sé-

Se apretó más contra mi.

Goku y su hija ¿Qué pasó con el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora