Capítulo 7

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Capítulo 7: Piérdete con tu simpatía y lástima (Malentendido)

Ming Qin miró al hombre que tenía delante y se sorprendió por su voz severa. "¿Maestro?", preguntó, intuyendo que algo no iba bien. "¿Hay una nueva misión?"

He Jingshou, su maestro, se llevó las manos al pecho, proyectando un aura de autoridad a pesar de estar sentado. "Qin Qin, ¿dónde has estado?", preguntó, con tono grave.

"Fui a la Torre de la Luna Oculta, en el distrito de Changshou", respondió Ming Qin respetuosamente, con las manos entrelazadas a la espalda.

He Jingshou frunció profundamente el ceño y preguntó en voz baja: "¿Sabes siquiera quién vive en la Torre de la Luna Oculta?".

Ming Qin enderezó la espalda inconscientemente y contestó: "Sí, es la Princesa del Condado de Chongwen, Murong Yan, la hija del Príncipe Yu".

He Jingshou golpeó la mesa con la mano, dejando una profunda marca con la palma en la pulida superficie de caoba. "¡No puedo creer que supieras quién era y aún así te atrevieras a ir allí!", rugió. "¿Tienes ganas de morir o intentas provocarme?".

Ming Qin sintió un escalofrío y quiso defenderse, pero sabía que no debía interrumpir a su maestro cuando estaba enfadado. Se quedó allí sumisa, esperando que su furia se calmara pronto.

Después de maldecir durante lo que le pareció una eternidad, He Jingshou respiró hondo y dijo: "Eres una artista marcial experta, pero te falta sabiduría para desenvolverte en este mundo. Lo comprendo". Mientras miraba a su discípula, le dolía el corazón al recordar su reciente experiencia cercana a la muerte mientras llevaba a cabo una misión.

Suspiró y se frotó la frente antes de continuar con voz más suave: "La situación en la capital es turbulenta, y tú eres demasiado ingenua para comprender sus complejidades. Así que te prohíbo que sigas involucrándote. No vuelvas a verla".

Las manos de Ming Qin colgaban a sus costados mientras escuchaba las órdenes de su maestro. Cuando oyó que no se le permitía volver a ver a la Princesa del Condado Murong Yan, levantó la vista ansiosamente y empezó a protestar: "Pero Maestro, yo...".

He Jingshou se puso en pie y la interrumpió con un grito severo. "¡Qin Qin! Deja de replicar y haz lo que te digo". Observó cómo su discípula se encogía de miedo, luego se dio la vuelta y salió de la habitación con un ondear satisfecho de su túnica.

Ming Qin permaneció de pie en la habitación durante largo rato, sintiéndose desconcertada. Su maestro había hablado con ira, y ella se esforzaba por dar sentido a sus palabras.

¿Por qué se le prohíbe a Ming Qin visitar la Torre de la Luna Oculta, aun sabiendo que pertenece a la Princesa del Condado Murong Yan?

¿Qué relación hay entre la agitación que se vive en la capital y la visita que Ming Qin pretende hacer a la Torre Oculta de la Luna?

¿Cuál es la implicación de Ming Qin en la situación y qué se espera de ella como resultado de las órdenes de su señor?

Ming Qin se quitó las vendas del cuerpo y espolvoreó polvos medicinales sobre sus heridas abiertas. Como alguien que siempre había confiado en su amo y creía que él tomaba las mejores decisiones, nunca había cuestionado sus órdenes y siempre las había obedecido sin vacilar.

Sin embargo, su reciente prohibición de ver a Murong Yan la había dejado preguntándose la razón detrás de ello.

Al día siguiente, Ming Qin fue a comprar el desayuno con unos ojos de panda, todavía recuperándose de sus heridas.

Ming Qin pasó una noche inquieta, dando vueltas en la cama mientras reconstruía mentalmente las palabras de su maestro, intentando averiguar por qué le habían prohibido ver a Murong Yan.

La Guardia De Las Sombras De La Princesa No Puede Ser Demasiado Lista [GL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora