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ADVERTENCIA

ESTE CAPITULO CONTIENE CONTENIDO +18, NO SE BUSCA OFENDER AL ARTISTA DEL CUAL ESTA BASADA LA HISTORIA. SE LE RESPETA. Y ESTE CAPITULO SOLO ESTA CON FINES DE ENTRETENER. GRACIAS. 

[Rayito]

🚫⚠+18⚠🚫

     — Pequeña pervertida, se nota que esto era lo que querías — Sonreí con picardía mientras la pegaba más a mi cuerpo. Sus ojos se habían oscurecido pero tenía una pequeña luz en ellos...

Tomé su nuca con un poco de delicadeza para luego besarla con necesidad. Hoy me sentía con más fuerzas y ganas que nunca, necesitaba su cuerpo, sus gemidos. Hablando de ellos, toda la habitación se estaba llenando con ellos, rebotaban por toda la oficina, solo espero que no se escuche nada del otro lado. Pero viendo un poco por el vidrio la gente no se percataba y algunos solo se iban, seguro solo era porque era hora de almuerzo. Sonreí con picardía al ver como en cuestión de minutos el piso se vaciaba. 

     — __-_____ — Dijo en un suspiro cuando rompí su camisa. 

     — Tranquila hermosa... Tengo una camisa en mi escritorio — Dije en su oído. Tomé sus muslos cargándola un poco para ponerla encima del escritorio. 

      — Mierda, amor... — Se quejó un poco, me disculpé porque la había lastimado un poco — Ten un poco de cuidado... — Comenzó a temblar cuando sintió mis dedos pasando por su espalda baja. 

      — Quiero quitarte la falda... Mejor dicho, arrancarte la ropa —Confesé mientras mi boca devoraba su cuello con ferocidad. 

Sus gemidos y sus gritos me estaban enloqueciendo, solo enserio esperaba que no se escuchara afuera de la oficina porque sino tendré muchos problemas con mi jefe, y más si se entera que estoy con Jennie.

       — Sin chupones... 

       Unos pocos, como venganza de como me dejaste mi espalda — Apreté su trasero con fuerza, haciendole gritar — Shhh amor, no querrás que nos descubran. 

La bajé y la puse de espaldas a mi, y boca abajo, con su pecho pegado a la mesa. Levanté su falda exponiendo todo su redondo y apetitoso trasero, tan provocativo. Tomé sus caderas y la apegue a mi entrepierna, sintiendo como mi bulto se acomodaba entre esas dos nalguitas, sin poder aguantarme le di una nalgada, tapé rápidamente su boca antes de que soltara otro grito.

Cogí un trapo que tenía por ahí, lo enrollé y lo puse en la boca de mi amada, obviamente con delicadeza y con su consentimiento, pero apresar de eso no tendré piedad al cogermela.

Con rapidez desamarré mi pantalón y lo bajé, dejando salir mi pene erecto. Vi el brillo en los ojos de mi princesa, el como lo deseaba, el como lo anhelaba. Lo tomé con delicadeza y pasé la punta por su vulva, estaba tan mojada y caliente, y eso que aun no había entrado, solo imaginaba la sensación de como se debía sentir adentro. Abrí un cajón y saqué un condón, con un poco de nervios, por lo apurado y excitado que me encontraba,  lo abrí y me lo coloqué, costándome un poco. Volví acariciar levemente su entrada con la punta para luego meterlo con un poco de rudeza. 

          — Ummm! — Se escuchó por parte de Jennie. Esta posición es muy placentera, tanto para mi como para ella. 

Comencé a moverme de manera algo rápida y ruda. Sus gemidos sonaban al mismo tiempo que la embestidas que le daba. Sentía su interior tan caliente, como se apretaba y el como se abría. Movía sus caderas y abría las piernas para que pudiera entrar más. "Mierda, se siente tan bien... Oh, Jennie..." Pensaba mientras cerraba los ojos y apretaba con fuerza sus caderas para profundizar las embestidas. 

         — Mierda, Jennie... 

La voltee para que quedara viéndome. Abrió las piernas dejando ver una imagen tan excitante, ah, sentía como si me fuera a correr en cualquier momento. Abrí levemente los ojos, sentí un pequeño dolor en el pecho al ver sus mejillas rosas, sus ojos medio abiertos, sudada y su boca tapada con un trapo pa no gemir. 

Mordí mi labio y me agaché a la atura de sus pechos pequeños. Los apreté con una mano, masajeándolos, apretándolos. Abrí mi boca metiendo los pezones, mordiéndolos. Sentí como su interior se apretaba mas y como se mojaba un poco más, al mismo tiempo en la que sus piernas comenzaban a temblar y sus manos se apoyaban en mis hombros. Solté un pequeño gemido cuando enterró sus uñas en mi espalda, mordí su pezón con mas fuerza sintiendo un pequeño grito viniendo de su boca.

Aceleré las embestidas, levanté su pierna para intentar otra posición. Mierda, mierda; se sentía tan bien. Me detuve unos segundos para comenzar con unas embestidas lentas pero profundas, sintiendo como chocaba con la punta de algo ahí. Los ojos de Jennie se habían colocado en modo blancos y sus piernas temblaban de una manera descomunal. 

         — M-Mas... Mas... — Dijo quitandose el trapo. 

Y le hice caso, aceleré las embestidas, esta vez tomé sus piernas y las coloqué en mis hombros. Mierda, mierda, mierda. Sus gemidos estaban volviéndose más fuertes, esta posición nos vuelve locos. Vi sus ojos y su boca y como me tiraba hacia ella para besarla, normalmente lo hace cuando ya se quiere venir. Aceleré más las embestidas hasta que sentí como su interior se apretaba y el desespero de sus besos se frenaba.

       — Oh, Jennie... 

       — _________! — Exclamó mientras nos corríamos a la vez. 

Aun seguí moviéndome pero más lento... Sus piernas temblaban con mucha fuerza y su respiración era cada vez más apetitosa. 

         — ¿Satisfecha mi pervertida favorita? — Sonreí de lado ayudándola a sentarse.

         — Mas que satisfecha... ¿Te sientes mejor? 

         — Más que mejor... Gracias mi amor... — Besé su frente. 

         — Creo que debo irme... Debo tomar una ducha, y en unas horas tenemos sección de fotos, recuerda... 

          — Ah, verdad, lo había olvidado. En unos minutos tengo una sección para GDragon... 

Se separó de mi, saqué el condón con cuidado y lo envolví en un papel para luego tirarlo a la basura. 

         — Solo espero no oler a mucho sexo, tu tienes la suerte de poder ir a bañarte. Yo no...

Rió, se acercó a mi y me dio un pequeño beso. Tomó mi camisa y con una correa y otra cosita ahí y convirtió en algo re simple, en un vestido re lindo. 

          — Ah, te ves tan hermosa... — Tomé sus mejillas y le di un pequeño beso en la punta de su nariz. 

Ella me sonrió y me dio un pequeño pico antes de irse. Vi como primero miraba a los lados y al no ver a nadie salió casi corriendo de mi oficina a no se donde. Abrí una pequeña ventana de mi oficina para que el aire entrara y el olor saliera. Amarre mis pantalones y me senté para seguir trabajando, aproveché y comí lo que Jennie me había traído, lo cual se había enfriado, pero aun así taba rico. 

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._Rayita_Y_Rayito. 

El Fotógrafo | Jennie y tú • RayitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora