Te había visto.
Juro que te vi y me sentí tan mal conmigo mismo.
¿Cómo podía yo amarte aún después de eso?
Odio mi debilidad. Odio no poder repudiar tu existencia por el estúpido anhelo sentimental.
¿Pero, cómo vuelvo a ser lo que era?
¿Cómo puedo darme a mí mismo mi lugar cuando pienso que ser el otro está bien mientras continúe a tu lado?
Las lágrimas fluyen y yo sonrío a la vez que rompo todo lo que puedo.
Todo aquello que es mío.
¿Por qué no puedo romper aquello que es nuestro?
No, más importante es si hubo un nuestro en primer lugar.
¿Debería decirte que te vi?
¿Debería decirte que ayer, después de gemir durante horas tu nombre, dejaste caer tu anillo de compromiso?
Oh querida vida, que jodido desastre.
¿Por qué ahora y no antes?
¿Por qué ahora es que vengo a ser consciente de que mi amor hacia mí mismo es tan patético e inexistente delante del que siento por ti?
A tu lado sentí todo.
Todo lo que jamás alguien estuvo cerca de darme.
Pensé que era mutuo.
Por dios, pensé que en verdad me amabas, pero algo en el fondo de mi mente me advierte que si de verdad me amaras no me habrías hecho un mero calienta camas.
¿Debería terminarlo todo?
Sí, debería.
Entonces por qué deseo verte tan desesperadamente y arrodillarme ante ti. Rogarte que me aceptes como tu amante.
Llorar por ti como nunca lo hice por nadie.
Perder la poca autoestima y dignidad que me queda.
Abrirme para ti tan pronto como cruces esa puerta.
Dios...
Yo te vi.
Vi como le sonreías a él.
Como apretaste sus mejillas y le diste un tierno beso en plena vía pública... cuando nunca me quisiste dar uno a mí.
Te vi, dándole a ese hermoso chico tu abrigo favorito.
Yo me sentía especial a tu lado.
Tú me hiciste sentir especial, pero la forma en que le tomaste de la mano y luego besaste su dorso...
Soy plenamente consciente de que lo hace aún más especial para ti.
Dios...
¿Cómo me perdono a mí mismo?
¿Cómo puedo desprenderme de ti sin sentirme tan desdichado por tu pérdida?
¿Cómo dejo de llorar por ti cuando imaginé toda una vida contigo?
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Pensamientos insanos y recurrentes
RandomMucha porquería mental, tanto real como ficticia.