1 | So in love that I acted insane.

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TW: Monólogos internos poco sanos; dependencia emocional y consentimiento. Leer con discreción.

 Leer con discreción

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2022;

No se supone que fuera así.

Sergio caminaba de un lado a otro en su habitación de hotel, incapaz de quitarse la abrumador sensación de descontento que tenía, el intenso aroma de su omega se mezclaba con el aire, asfixiándolo. La victoria en Mónaco, la joya del calendario de la Fórmula 1, debería haber sido el pináculo de su carrera deportiva. Era un sueño hecho realidad, un momento que había imaginado innumerables veces. Sin embargo, en lugar de disfrutar de la gloria y la celebración, se sentía vacío.

Un vacío que tenía nombre y apellido: Max Verstappen.

No podía entender por qué la presencia de Verstappen lo afectaba tanto. Hace un tiempo que había aceptado la constante guerra que era convivir con él. Un alfa y un omega no eran iguales, el omega siempre será mas valioso, y eso molestaba a Max. Sergio sabía que Max no tenía la obligación de quedarse a celebrar con él, pero anhelaba su compañía, su reconocimiento.

Lo odiaba por eso, por hacerlo sentirse así.

Con un profundo suspiro, Sergio miró su reflejo en el espejo. Su rostro, resaltado con los adornos del éxito, no revelaba nada de la agitación en su interior. Siempre lo había impulsado un ardiente deseo de ganar, de demostrar que estaba entre los mejores, pero ahora que lo había logrado, no podía evitar cuestionar por qué no lo estaba disfrutando.

Dejando su habitación de hotel, Sergio se dirigió a la lujosa fiesta de celebración. El aire estaba denso con la embriagadora mezcla de aromas, risas y música que llenaban la habitación. Pero todo en lo que podía concentrarse era en la ausencia de Max. Era como si su victoria hubiera perdido brillo, manchada por el vacío dejado por su compañero.

Mientras estaba de pie en medio de la multitud, la mirada de Sergio vagó, buscando un vistazo de Max. La habitación parecía encogerse, y cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad. Tenía que arrugar la nariz, tratando de concentrarse y encontrar el aroma del alfa.

Quizá no estaría tan ansioso por no encontrarlo si no fuera porque el neerlandés le había prometido estar en su fiesta de celebración. Sergio se abrió paso entre la multitud, decidido a encontrar a Max. La habitación se volvió borrosa a su alrededor mientras navegaba por el mar de compañeros y asistentes en la fiesta.

Finalmente, Sergio vio a Max en un rincón más tranquilo de la habitación, bebiendo solo. Su rostro normalmente tranquilo mostraba un indicio de fatiga. Mientras Sergio se acercaba, podía sentir su corazón latir con fuerza en su pecho. Max quería irse, era obvio para él, pero no podía permitir que eso sucediera.

—Max—, gritó Sergio, su voz teñida de anhelo

Max se giró para mirarlo, la sorpresa brilló en sus ojos antes de que una cálida sonrisa se extendiera por su rostro. —¡Checo! Felicitaciones, amigo. Estuviste increíble.

Debaser | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora