Capítulo 10

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Llegamos exhaustos a La Ciudadela. En especial yo que corrí a alta velocidad para escapar de los Domadores y sus Simbiontes Araña. La verdad es que no sabía que podía hacer eso, solo pensé en que los Slayers pueden saltar grandes alturas y creí que si aplicaba esa misma fuerza para correr podría ir más rápido que la velocidad humana y funcionó.
Cuando pusimos un pie en La Ciudadela todas las chicas se voltearon a vernos.
Diez y Doce se acercaron a nosotros y la pelirroja me dió un cachetazo el cuál soporté.
-¡Maldito infeliz! - Me gritó.
Yo no dije nada, estaba muy agotado como para replicar, ademas no sabía porque me golpeó.
-¡Oye! - Gritó Nueve. -¡¿Porque le pegas?!
-Estabamos muy preocupadas por tí. Respondió abrazándola.
Nueve la apartó de inmediato y tomo mi cara y la volteó hacia ella para ver si tenía alguna marca por el impacto de su mano en mi mejilla.
-¿Estás bien Veintisiete?
Tomé su mano derecha la cual sostenía mi rostro y le respondí:
-Sí, tranquila.
-¿Porque andan tan mimosos? - Preguntó Diez.
-Porque somos novios. Respondió Nueve.
-Espera... ¡¿Qué?! -Preguntó Doce. -¿Es broma verdad?
-No, ninguna broma. Respondí dandole un beso en los labios.
-Nueve, ¿se puede saber que carajos le viste a este imbécil? - Preguntó Jueves acercándose con Lunes la cual observó mis tres Katanas y dijo antes de que mi novia respondiera.
-Entonces, conseguiste tres espadas, ¿no es así Veintisiete?
-Sí, y de paso trajimos comida y pólvora. Respondí.
-Con razón tardaron tanto. Dijo Jueves esbozando una sonrisa.
-Sí, tuvimos que escapar de los Sim... Cazadores todo el tiempo.
-¿De los Sim Cazadores?. Preguntó Miércoles quien se acercaba hacia nosotros.
-Quiso decir Cazadores pero el cansancio debe haberla confundido. Respondí rápidamente mirando a Lunes con los ojos sin desviar la cabeza de su posición.
Ella hizo lo mismo mirándome seriamente.
-¡Veintisiete! - Once se acercaba hacia mi corriendo, yo me agache y la abrace. -¡De verdad volviste!. Decía entre llantos.
-Ahora que me acuerdo tengo que regañarte Once. Dijo Nueve enfadada.
-¿Porque?
-Porque volviste a construir una bomba sin el permiso de Lunes.
-¿Y como sabes eso?
-Por mi culpa. Dije responsabilizandome. -Tome la que tenías cuando estabas en el comedor sin que te dirás cuenta, pero antes de que alguien le diga algo a Once esa bomba nos salvó la vida.
-¿Cómo es eso posible?. Pregunto Miércoles.
-Se la lanzamos a un grupo de Cazadores que nos perseguían por el camino hacia el este y se las lancé luego de encenderla y los mando a volar.
-Pero las bombas que hace Once solo provocan un gran estruendo a menos que sean... ¡No puede ser!. Dijo Jueves.
-¡La Destructora, maldita seas Once!. Grito Lunes tratando de darle un puñetazo en el cuál me puse frente a el evitando que le dé a la pequeña.
Recibí el impacto de lleno en mi cara y me empezó a sangrar la nariz.
-¿Que mierda? Su sangre es negra. Dijo Doce.
-Oye Veintisiete, ¿Porque tú sangre no es roja? - Preguntó la líder.
-Porque mi sangre está desoxigenada... O eso creo. Respondí.
-Ya veo tenemos que hablar, vamos. Ordenó Lunes.
-Podemos ir a mi casa. Dijo Nueve.
-Esto no te incumbe.
-Sí me incumbe, cómo crees que sobrevivimos tanto tiempo ahí afuera, fue gracias a lo que tratas de ocultar a las demás.
-¿De que habla Nueve? - Pregunto Miércoles.
-Sí, ¿de que? - Interrogó Diez.
-¿Acaso nos ocultas algo Lunes? - Indagó Jueves mirándola perpleja.
-No es algo de lo que quiera hablar ahora. Respondió Lunes. -Se los diré cuando considere que es seguro decirles pero no desconfíen de mí... Jueves ven con nosotros.
Luego nos dirigimos a la casa de Nueve junto con Once, Lunes y Jueves. Era una cabaña al aire libre hecha de troncos y telas que se usaban como puertas, y al fondo de la misma cabaña había un bosque que jamás había visto.
Al entrar se veían varias Hamacas Paraguayas que se usaban como cama, lo deduje porque había almohadas y sábanas sobre ellas.
Me limpié la sangre de mi nariz la cual ya se había curado.
-Bien ya estamos todos. Dijo Nueve.
-Bien Veintisiete, cuéntanos todo lo que recordaste.
-Un momento, ¿Cómo que recordó?
-Veintisiete tiene recuerdos de su pasado por alguna razón.
-Más bien son fragmentos al azar que vienen con cada dolor de cabeza que me viene. Once y Jueves me miraron sin entender, puse los ojos en blanco y agregué. -Como en el ritual de iniciación en la rueda de motocicletas.
-¿Y como sabemos que no estás mintiendo? - Preguntó Jueves.
-El sabe el punto debil de los Cazadores o más bien... Simbiontes. Dijo Nueve como respuesta.
-¿Simbiontes? - Preguntó Lunes.
-Es el verdadero nombre de los Cazadores. Respondí yo. -Tu y yo los estudiábamos en la Corporación Live.
-¿Corporación Live? - Preguntó Once.
Y así empezó el interrogatorio sobre mi pasado y con eso respuestas incómodas.

La Cúpula "Libro 1"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora