- ¿Conoces el Hanahaki?- Pero qué dices?!
- Tienes novio no?!
- Sí, pero...
- Debes de saberlo.
Un par de chicas cotilleaban a la hora del almuerzo, la cuestión del tema fué que una de ellas, en la mañana mientras se dirigía al colegio, en el transporte escuchó a unas señoras hablar que a su hija le había dado hanahaki y que su esposo había decidido que se sometería a una cirugía para curarla pero que su hija no estaba de acuerdo aunque eso significara su muerte, esto le impactó y no pudo sacarse el tema de su cabeza en toda la mañana hasta el receso.
- Lo he oído pero yo no he visto a nadie que la padezca por eso creo que solo es algo inventado...
- Que no lo hayas visto no significa que no exista.
- Lo siento.
- Que voy hacer contigo, sabes que se dice que es una enfermedad nacida de un amor uniteral, donde el paciente lanza y tose pétalos de flores, eso debe ser doloroso no crees?!
- ¡¡Ya cállate!! No me asustes.
Por alguna razón una de ellas sintió un gran escalofrío recorre su cuerpo, mientras la otra le parecía un tema bastante intrigante.
- Acaso temes sufrir un amor no correspondido con tu novio, yo que tú...
- ¡¡Cállate!! Él nunca me haría algo así.
- Tienes razón, alguien tan bella como tú, con piel sedosa y blanca como la nieve, eres un sueño para cualquier chico, es obvio que nunca pasarás por ello, la que realmente debe temer soy yo.
- No digas eso, también eres...
- Jajaja no quiero escuchar eso de tí, somos amigas desde secundaria, no tienes que hacerlo, estoy bien, así que disculpa si te asusté con este tema pero saber que realmente está ahí afuera algo como eso me hace querer ser investigadora o doctora.
Ella realmente quería que su mejor amiga fuese feliz y que nunca padeciera aquella enfermedad, se tenía sus sospechas pero nunca quiso decírselo, quizás era porque deseaba mantener aquella ingenuidad de su amiga, pura e inmaculada, por eso cuando sucedió lo inminente fué la primera en culparse por lo sucedido, ese había sido su más grande error en su vida y el último...
En aquella habitación de hospital, había un fuerte aroma a medicina, yacía su amiga recostada, dormía por el sedante que se le había puesto tras la cirugía hecha, en este punto ella había entendido lo que había escuchado aquel día, el por qué los pacientes de dicha enfermedad no deseaban una cirugía, una de ellas es que se aferraba a la negación de qué les estuviese ocurriendo y la otra es que preferían morir así hermosamente sin importar el dolor, aunque este no fue el caso, después de todo los Padres de su amiga optaron por la cirugía aunque está venía con un riesgo, el no poder volver amar.
- Tranquila no te esfuerces en hablar, aquí tienes una pluma y papel.
Explicó la enfermera antes de salir y dejarlas solas, pero ella no quería ni escribir, sus lágrimas reflejaban su dolor, después de un par de meses le dieron el alta, con una voz un poco resquebrajada le dijo a su amiga.
- Ser hermosa~ no me salvó~ de esta enfermedad~
Ella ya no sonreía, no se sabía si realmente había perdido el poder amar de nuevo, aún así poco después se casó, era un matrimonio arreglado después de todo, no había forma de echarse para atrás cuando el negocio de la familia estaba en juego.
Un año después...
- Ojalá que el bebé que espero no sea una niña, no quiero que sufra como yo.
- Vamos no digas esas cosas, hoy vienes justo a un ultrasonido quieres saber el sexo del bebé.
- Sí
...
- Felicidades, es varón.
- Que alivio, no será una niña, no sufrirá como yo.
- ... Creo que deberías buscar nombres para niños.
- No, ya tengo uno, lo pensé desde que supe que estaba embarazada, sabes el índice de que los chicos sufran está enfermedad es bastante bajo, por eso quiero que viva libremente, que tome sus propias decisiones para su vida, que no esté atado a nada.
- Hey hey, si haces eso no tendrá amor de sus padres, que pasa si toma malas decisiones para su futuro.
- No lo hará, confiaré en él, nunca intervendremos en su vida, después de todo su Madre no puede amarlo y su Padre tampoco lo hará...
- No hables de ese tipo.
- Lo lamento, aún lo odias verdad.
- Sí, nunca lo perdonaré, debí golpearlo más fuerte aquella vez.
- Yo creo que es mejor que este pequeño se separe de nosotros después de la secundaria, cielos, seguro se parecerá a mí un poco, como es chico será alto como su Padre... Oh! lo siento volví a mencionarlo
- No tienes remedio, entonces dime cuál será su nombre?!
- Se llamará Seishiro...
Y así como había dicho educó al niño en un estilo de no intervención dejándolo hacer y ser lo que él deseara, ya sea que su idea fuese un error o no, este pequeño joven creció hasta tener la edad suficiente para vivir solo y comenzar su vida en la preparatoria, la cuál es aquí donde se encontraría en el gran punto de inflexión de su vida, que clase de decisiones tomará, para bien o para mal este chico que fué criado de esta manera tan inusual sabrá cuando sea el momento de tomar una decisión que determinará su felicidad o su ruina.
¿Qué hará?
¿Quién será ó quién es?
La persona que lo haga cambiar y le haga dar un giro de 360 grados a su peculiar vida, y justo está a punto de conocerle.
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❤︎ Una forma de Amor ❤︎
Fanfiction"Amor y deseo son dos cosas diferentes, que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama". - Miguel de Cervantes de Saavedra. Todos querían ser amados, todos querían estar enamorados pero... No a todos se les concedió...