Ah... La abrumadora obscuridad, tan espesa, sombría y fría, pero a su vez tan caliente e infernal...
Las pisadas resonaban por el gran lugar sin saber exactamente cual era su origen o trayectoria, pero para Helsey claro que era muy fácil saber de quien eran esas pisadas que juraba podían hacer que el suelo bajo sus pies temblara a cada paso.
- Mi señor - Se arrodilló la joven ante su amo.
- Justo a tiempo, vamos, necesito ir a divertirme por un momento -
- Como ordene - La vida sirviendo a ese hombre que yacía caminando delante de ella era buena y realmente interesante aunque no lo pareciera, de hecho le causaba gracia que alguien como él fuera el dueño de los mas obscuros y macabros confines de todo el infierno, era cierto que su apariencia le daba cierto toque de maldad pero a la vez su actitud no pareciese ser de alguien que gobernara con tiranía.
Salir a la tierra de los borregos, como solía decir el señor de la maldad, resultaba toda una experiencia, su amo se divertía con lo gracioso que los aldeanos huían de él por vestir su larga y negra túnica que cubría todo su rostro, su porte lleno de fuerza y cierto grado de maldad hacia que los hombres y mujeres se alejaran cuando ellos caminaban por las calles de terracería presenciando como los aldeanos cerraban sus sucias y ruidosas puertas de madera para evitar que esas personas desconocidas entraran a sus hogares.
- No crees que hace un excelente día hoy? - La gruesa voz de su amo llamó su atención, observo el cielo siendo cubierto por esas nubes cargadas de agua la cual pronto comenzaría a caer.
- Creo que es el mejor de los días, debería salir mas seguido en esta época mi señor -
- Tampoco hay que exagerar, no es necesario salir de mi precioso infierno - Helsey sonrió ante el sarcasmo de su amo. Pronto, con solo un par de pasos más el complejo religioso se dejo ver a lo que la mujer supo cual seria la diversión de hoy, los fieles entraban al lugar sin percatarse de la presencia de ambos seres del mas allá pues con sus dones el hombre logró que ambos pasaran desapercibidos, tomaron asiento en una de las bancas vacías del lugar y donde por fortuna nadie decidió escoger como asiento permitiendo que ambos se pusieran mas cómodos.
- Hermanos! - Alzó la voz el cura que dirigía la misa religiosa azotando su biblia en la mesa provocando un estruendoso ruido que se exparcio por la iglesia.
- El poderoso se ha comunicado conmigo, él los ha observado, ha visto lo pecadores que han sido y sus faltas ante su sagrado nombre!! - Sonaba tan creíble para todos los presentes, pero al hombre de túnica negra solo le causaba gracia como el pueblo entero hacia ruidos de asombro y miedo ante lo que escuchaban.
- Bien, esto ya se puso interesante - Se acomodó en su lugar.
- Es lo que puedo observar mi señor -
- Pero no teman! No deben temer hermanos míos, nuestro líder sagrado ha dado su palabra y esta dispuesto a perdonarlos si se comprometen y le demuestran su gran amor y devoción, sean sinceros, sean dignos y así podrán ganarse su lugar en el precioso y sagrado paraíso -
- Por dios, pero que tonterías - Se expresaba después de unas leves risas mientras con su dedo se quitaba esas pequeñas lagrimas por lo mucho que se carcajeo.
La misa se estaba haciendo larga y tediosa por lo cual el aburrimiento pronto comenzaba a aparecer en el hombre el cual bostezó ya cansado de escuchar semejantes tonterías y ridiculeces.
- Y así es como nuestro señor decidió sacar del paraíso al traidor, para que así, con sus buenas acciones podamos abrir los ojos y liberarnos de los pecados y tentaciones, bebiendo de la sangre de cristo! -
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New Lilith (Yoonseok)
FanfictionEl diablo a veces decide no ser tan malvado, el diablo a veces decide poder romper las reglas divinas, a veces.... El diablo puede sucumbir ante lo más preciado hecho por el creador. - ¿Te arrepentirás de abandonar tu derecho a estar en el paraíso H...