Prologo: Renacimiento.

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Hace mucho tiempo, el cielo y el infierno se encontraba en guerra. Los angeles y demonios luchaban por la soberanía absoluta.

Mundus, el señor del inframundo, no estaba seguro cuando terminaría dicho conflicto.
En sus ocurrencias, vio al mundo humano como posible lugar para reafirmar sus fuerzas y ganar la batalla contra Dios. Por otra parte, algunos humanos nacían con una SACRED GEAR en su interior; algo de lo que preocuparse.

Mundus tenía sus ideas claras. Había que eliminar a la humanidad y llevarse sus SACRED GEARS para beneficio de los demonios. Estas eran poderes y habilidades que Dios otorgó a los humanos desde hacía ya mucho tiempo, para que ellos, seres débiles ante los demonios y angeles caídos, puedan llegar a defenderse; la mayoría nunca lograría despertar su poder.

Los angeles caídos, angeles que alguna vez sirvieron a Dios pero abandonaron ese propósito, se encontraban allí, ocultos entre los humanos. Pero la falta de un líder claro les dejaban en desventaja contra los demonios, que en su intento de gobernarlo todo, dejaron de lado todo uso de razón para rebajarse a sus instintos más primitivos.

Cada vez eran más los demonios que, a pedido y obligación de su señor, se convertían en abominaciones de gran poder, pero de escaso uso de razón.

La tierra pronto sería de los demonios...

Sin embargo...

Mundus no contaba con que su mano derecha, Sparda, el gran caballero oscuro del inframundo, sintiera empatía y piedad hacia los humanos.

Sparda convenció a una gran cantidad de demonios de que la guerra solo les perjudicaba, ya habían sido muchos demonios los que perdieron su identidad y su vida por obedecer a Mundus.

Junto a las tres familias más grandes del inframundo, Sparda inició un tratado de paz con las otras facciones, las cuales le pidieron que se deshiciera de Mundus y ellos cesarían sus ataques hacia el inframundo.

Fue así como el caballero oscuro levanto su arma contra su señor y, junto a una gran legión de demonios lograron doblegar sus tropas enemigas. Quizás eran más débiles, pero eran más inteligentes que cualquier demonio que había perdido su uso de razón.

Todos los demonios de Mundus habían sido eliminados, pero el gran señor del inframundo no podía ser derrotado tan fácilmente.

Sparda se vio obligado a forjar un arma para darle fin al conflicto. Y así es como nació Yamato, una Katana capaz de cortar lo que sea, incluido el tiempo y el espacio. Con esta arma, Sparda desterró a Mundus a la brecha dimensional, lugar del cual no podría salir y pasaría el resto de la eternidad...

Una vez terminado el conflicto, las demás facciones aceptaron la paz con los demonios y estos impidieron que los demonios Renegados, nombre que se les atribuyo a los demonios desobedientes y que estaban de parte de Mundus, atacarán el mundo humano y lo tomarán como suyo. Sparda tenía mucho trabajo que hacer para reformar las leyes que regirían en el inframundo de ahí en adelante. Fue así como el integrante mayor de una de las tres familias demoníacas, el señor Gremory, ocuparía el puesto de señor del inframundo mientras que Sparda era su subordinado; cosa que no le molestaba en lo absoluto.

En sus andanzas por el mundo humano, Sparda conoció a una humana de nombre Eva, de la cual se enamoró. Eva era una hermosa mujer de cabellera rubia y ojos celestes. Sparda tenía ojos claros también, pero lo que más destacaba de él, era su cabello plateado. Sparda pidió el permiso de ir a vivir al mundo humano al señor Gremory, quien acepto por el respeto y la admiración hacia el salvador de los demonios y los humanos. La unión de demonios con humanos estaba prohibida, ya que jamás podría salir nada de aquella unión debido a las diferencias del cuerpo humano y demoníaco.

Devil May Cry: BrotherhoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora