Capítulo 5: Dos caras de una misma moneda.

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Academia Kuoh.

—Llegamos. Puedes tomar asiento si lo deseas.

Dante cruzaría la puerta y, haciendo caso a Rias, se recostó en uno de los sillones del Club del ocultismo.

Rías notaría que Issei estaba hablando por teléfono, pero con sus habilidades de demonio podía escuchar lo que decía.

—Si, mamá, llegaré tarde hoy...

Issei terminaría la llamada con un "te quiero". Cosa que hizo a Rias sonreír levemente mientras lo observaba. Por otro lado, Dante solamente resopló un poco.

—Disculpe la interrupción presidenta.

—No, no te disculpes. Sabes, es mejor que vayas a casa; tu madre está preocupada. –Rías decía esto mientras tomaba asiento en su escritorio.

Issei miraría a Dante, quien estaba mirando al techo, con las piernas cruzadas y sus brazos detrás de su cabeza como almohada.

—No creo que sea buena idea dejarla sola con él...

—... –Dante permanecía callado.

—Esta bien, Issei, puedes retirarte.

Tras esas palabras, Issei recordaría la charla que tuvieron horas previas. Sabía que aquel hombre que todavía estaba en el corazón de Rias Gremory, era el mismo hombre que había intentado matarlos hace poco menos de una hora.

Haciendo una reverencia, Issei saldría de la habitación y se marchó hacia su hogar.

—¿Era necesario que el niño pequeño se tuviera que ir? –dijo Dante de forma burlona.

—Creo que simplemente quería tener algo de privacidad.

Rías se levantaría de su escritorio y se acercaría a Dante.

—Escuche lo que le sucedió a Eva y a Sparda... Lo siento. –Rias entre cruzaría sus dedos.

Los ojos de ella denotaban dolor sincero. Dante era un experto con su sentido del olfato y, sabía que aquella demonio estaba sintiendo dolor.

—Eso es el pasado. Ahora, lo que es más importante...

Dante se sentaría.

—¿Vergil estuvo por aquí? La verdad es que me estuvo dando unos problemas y dejo mi local hecho un desastre.

—No, él no estuvo por aquí. Ya de por si estoy bastante sorprendida de vert-

—¡Bien! –Dante interrumpiendo a Rias se levantó del sillón. —seguire buscando en otro lugar entonces.

—Espera, hace mucho que no te veía. –Rias extendería su mano hacia el rostro de Dante.

Dante tomaría la muñeca de su mano y no se dejaría tocar por esta.

—Eres un demonio, y si te estoy dando algo de tiempo es porque parecías conocer a mi madre. No me importa mi relación con los demonios ni mi propia herencia demoníaca. Solo mantente alejada de mi y no acabaré con tu vida; por ahora.

Rias agachó la cabeza tratando de ocultar un rostro de tristeza. Imágenes pasaban por su mente.

Un niño de cabellera plateada tomando la mano de una niña con cabellera carmesí, corriendo por un hermoso jardín.

—Adios. La próxima vez no tendré piedad.

Rias apretó los dientes y tomaría del brazo a Dante antes de que esté se marchara, lo cual provocó instintivamente a Dante, quien sacó una de sus pistolas y la pondría en la cabeza de Rias.

Devil May Cry: BrotherhoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora