Capítulo 2: Belleza color carmesí.

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En una academia de Japón, conocida como la academia Kuoh, un joven de cabello castaño se encontraba cerca de un edificio que parecía abandonado.

Su nombre era Issei Hyoudou, un chico de segundo año con una complexión promedio y dos extensiones de cabello en su nuca. Ojos marrones y un estilo casual en la vestimenta de su academia, principalmente por usar zapatillas deportivas en vez de zapatos.

Allí se encontraba, mirando una ventana cerrada, expectante de algún suceso que lo tenía impaciente.

Tras pocos minutos, la ventana se abrió y una mujer de cabello largo rojo carmesí se vio detrás de esta. Unos ojos azules con una tonalidad suave de verde que completaba su hermoso rostro. Sin embargo, lo más destacable era el tamaño de su busto, el cual era mucho mayor al promedio.

La chica mantenía una mirada perdida hacia la nada, pero se dio cuenta de la presencia de Issei.

—Rias Gremory... –Murmuro Issei para si mismo.

Instantes después, la chica se marchó dentro del edificio dejando la ventana abierta de par en par.

Issei sonrió un poco y dándose media vuelta, salió corriendo en dirección hacia el edificio principal de la academia.

Academia Kuoh.

—Ahí va ese pervertido.

—Me da asco solo verlo.

—Admito que se ve lindo cuando tiene esa mirada serena... Hasta que recuerdo que es la "Bestia pervertida".

Issei escucha murmullos de las chicas que se iban cruzando por el pasillo yendo de camino a su salón de clases.

Y así es, la gran mayoría de la academia Kuoh conocía a Issei por ser un depravado que hacía locuras con tal de ver los pechos de las mujeres.

Si bien tenía cierto atractivo, todo se venía abajo con sus actividades pervertidas junto a sus amigos, quienes tenían una obsesión con las mujeres al igual que él.

Pero ellas no sabian que la verdadera razón detrás de su comportamiento iba más allá de ser un adolescente lujurioso. Era algo más "Platónico".

Issei entraría a su salón de clases.

Los chicos se reían de él en silencio, tenían claro que era un perdedor. Las mujeres solo hablaban peste de él, pero esto no parecía molestarlo en lo absoluto.

Se quedó sentado en su asiento mirando el techo con una mirada indiferente, como si estuviera en algún tipo de trance. Levantaria su brazo izquierdo para mirarlo.

—Yuuma...

Issei sacudió su cabeza y con su mano derecha se daría un golpe así mismo.

No pienses en ella... ¿Qué sucedió anoche?
Mi cabeza duele y solo recuerdo verla a ella, su inconfundible cabellera roja carmesí.... Se mezclaba con mi sangre, estoy seguro... –Los pensamientos de Issei invadían su cabeza.

—¡Hyoudou!

Issei saldría de sus pensamientos y vería que el profesor lo estaba llamando.

—Deja de holgazaner y ven a resolver este problema.

Issei suspiraría y se acercaría al pizarrón.

—Espero que hayas estado estudiando, las matemáticas son muy difíciles de-

El profesor se quedaría impactado tras ver que Issei había resuelto el ejercicio bastante rápido. Sus compañeros y compañeras también se veían sorprendidos.

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