Capítulo 1

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Melania

cinco años antes

No miento, ver a tantas personas reunidas en el mismo lugar suele ser demasiado abrumador o en mi concepto es algo sumamente estresante, pero... ¿Quién diría que algo así resultaría ser tan encantador?

Todos estaban reunidos en el gigante auditorio, la emoción se podía notar con tal solo mirar a cualquier estudiante, todos con la mínima esperanza de ser elegidos como comandantes, no me alcanzaría la memoria para contar cuantas almas estaban en el lugar y ni siquiera para comentar los siguientes sucesos, Mía estaba a mi lado esperando el tan ansiado discurso de nuestra famosa Comandante de Antares, Lía Torres.

Antes de que los directivos y la mesa suprema entrarán en el auditorio un par de grupos faltantes entraron. Era impresionante ver como cada estudiante estaba asignado en un área diferente, luego dieron pasó a los estudiantes de grados universitarios, o mejor dicho a los de último grado universitario junto con los de último año escolar; ese fue el preciso momento en el que mi vista se fue a la perdición.

Un chico, alto, increíblemente alto y bronceado apareció, su mirada estaba pérdida y pronto se encontró con la mía.

-¿Disculpa es aquí la ceremonia suprema?-dijo el chico con repentina amabilidad.

-Sí, aquí es-él me miró y como si de un encanto se tratará me sonrió, una sonrisa increíblemente carismática proveniente de una persona increíblemente atractiva y amable.

Mi mente salió del espacio tiempo, ni siquiera se dio cuenta del momento en el que todo el mundo se había sentado, el momento en el que él ya se había ido y ya todo el personal estaba en el escenario.

-¿Quién crees que sea él o la próxima comandante suprema?- Mía miraba el escenario siendo expectante a las próximas palabras del excelente (Y probablemente pulcro) discurso de Lía.

-¡Qué chico tan atractivo!- Mía miró en mi dirección, desconcertada por mis palabras.

-¿Cuál? aquí todos son increíblemente... Poco atractivos- voltee inmediatamente a reprocharle su comentario tan poco educado, pero un tanto cierto.

-¿A qué te refieres?- pregunté, pero para cuando sus palabras casi salen de sus labios, nació un abrumador silencio en el auditorio que nos incitó inmediatamente a guardar silencio.

-Cállate, ya van a decir los próximos comandantes-mire atenta al escenario, expectante a lo que iba a pasar.

Primero paso el famoso Julián Vincent, famoso por su reputación de mujeriego e innegable atractivo, rápidamente miro al público, siendo un espectador de los aplausos (Casi todos de las chicas) que se estaban dirigiendo hacia él, respiró profundamente y luego se dignó a pronunciar su discurso.

-No tengo ni siquiera la valentía de expresar lo maravilloso que fue ocupar el cargo de vicecomandante.

-Claro que no la tiene, se dedicó a coquetear con cualquiera que pasará por el frente-dijo Mía en un pequeño susurro, la mire y ambas sonreímos de manera burlesca.

Nuevamente la atención fue dirigida al mujeriego profesional, este volvió a suspirar intentando que sus pequeñas (Y fingidas) lágrimas no salieran.

-Pero es el día de decirle adiós y darle la bienvenida a su nuevo vicecomandante... Elegí a una persona que los llevara al camino del bien y sabrá acompañarlos hasta el fin de su puesto.

-Esperemos que el próximo no coquetee con todos y que si haga su trabajo-dije mirando a Mía.

-Todavía me sorprende el hecho de que tengas dieciséis años y que te haya coqueteado... Es simplemente repugnante si tenemos en consideración su edad-Mía lo miraba mientras todas sus palabras salían con asco.

Por si te casas conmigo [Youngs#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora