Cinco años antesMelania
Oficialmente habían pasado cuatro meses desde que me habían otorgado el puesto de Comandante Supremo, y con cualquier tipo de honestidad que pudiera existir en este complejo planeta podría decir que había sido los peores meses de mi vida.
Habían sido los días, horas y minutos más caóticos de mi vida. Había estado de oficina en oficina, de reunión en reunión, de distrito en distrito, todo era tan agotador, y todo se volvía peor al darme cuenta de que casi no había visto más a Mía, me sentía extraña en un lugar lleno de extraños, pero nada era tan aterrador como este momento. Hoy por primera vez nos presentaríamos como comandantes ante la mesa suprema, pero ni siquiera pude asimilarlo para el momento en el que ya estaba sentada en la mitad de la mesa con todos los comandantes y vicecomandantes de los demás distritos, estaba lista para ser el centro de cualquier tipo de crítica.
-Es algo inigualable tener la oportunidad de conocer a los nuevos comandantes de Antares, Bienvenidos Señorita Scott y por supuesto el Señor Flórez.-Dijo el comandante de Acrux, Sebastián.
-El placer es nuestro, comandantes-dijo Alexander a mi lado.
-Pero por favor, dejemos las formalidades a un lado y hablemos de lo que les espera como lo que son de ahora en adelante... Claro como comandantes de uno de los distritos base como lo es Antares.-Esta vez hablo la persona más famosa del lugar Antonella, comandante del distrito Achernan.
Todos los comandantes dieron sus respectivas presentaciones, algunos añadiéndole a estas un poco de humor, otros con su simple carisma lograban entretener a todos y por último estaba el otro pequeño porcentaje los cuales parecían odiar su existencia o el tener que estar aquí; el lugar era demasiado elegante, en una pared estaban colgadas los símbolos de todos los distritos, muebles extremadamente lujosos y sin contar las extravagantes decoraciones.
-Verán, ahora ustedes son el máximo poder estudiantil de aquí a los próximos cinco o más años-dijo Henry el comandante de Arcturus.
-Deben de saber que la mesa suprema también tiene un comandante o líder el cual da la cara por todos nosotros, en este caso es Henry.-Dijo una chica a su lado, con una mirada que podía delatar sus emociones cada vez que miraba al chico a su lado.
-Perdonen mi ignorancia, pero ¿Por qué hay comandantes?-dije un poco apenada por mi pregunta.
-Hace mucho tiempo... Hace demasiados años se fundaron seis distritos educativos, todos con la misma idea en común, dar educación de todo tipo a cualquiera que lo quisiera y a cualquiera que lo necesitara.-dijo Richard el comandante de Aldebaran.
-En un principio no existían los comandantes supremos, pero siempre van a existir líderes, y siempre van a existir personas que necesiten un líder y también por la voz estudiantil y todo eso.-Todos rieron ante el pequeño recordatorio estudiantil por parte de Henry, aunque en mi concepto no daba ningún tipo de gracia.
-Siempre tuve la opinión de que es un descaro escoger a chicos tan menores e ignorantes para liderar un cargo tan pesado y exigente como lo es este.-Todos en la mesa voltearon sorprendidos a la voz que hablo, era Clara la comandante del último distrito en nacer, Altair.
-Supongo que ya somos dos personas que compartimos la misma opinión-ella me sonrió de manera cómplice.
-¿Deberíamos de mencionarles las reglas?-dijo el vicecomandante de Acrux.
-¿Qué reglas?-expresó Alexander detrás de mí.
-Existen reglas para ustedes como comandantes, por ejemplo una de ellas es que no pueden consumir ningún tipo de droga, alucinógeno, bebidas alcohólicas o algún otro producto que afecte su rendimiento.-Antonella pronunciaba todo como si estuviera harta de tenerla en su mente.
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Por si te casas conmigo [Youngs#1]
RomanceEsto está mal, esto realmente está mal, no importa en qué circunstancia estemos, yo no puedo mirar a Alexander con otros ojos en los cuales él no sea el Vicecomandante, la imprudencia e inmadurez reinaba en mis sentimientos, pero incluso pensando to...