Capítulo 28

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--Primero, es importante dilatar el área antes de penetrar, es mejor si utilizas lubricante para que no te lastimes y esta sea más sencilla. Puedes empezar con un dedo e ir agregando más, vas a tu ritmo y como tú lo sientas mejor, recuerda que eres tú quien está recibiendo algo dentro de tu cuerpo. Es importante el uso del condón, no solo se utiliza para prevenir embarazos, evita las enfermedades, así como el que te acaben adentro que de no limpiarlo bien te puede causar molestias y dolor. Ahora, existen condones de sabores, de látex, con lubricante, con espermicida, anatómicos, retardantes y con sensaciones, vienen por tallas... ¿Qué sucede? --detiene su explicación.

--Pasa que... no esperaba que me lo explicaras en la farmacia --murmuro avergonzado por la mirada de las personas que pasan a nuestro alrededor.

-- ¿Por qué debería avergonzarte aprender a tener sexo seguro? --me observa indiferente.

Es obvio que no lo va a entender...

--Vale he entendido todo, podemos irnos --le aseguro volteando a todos lados.

--Pero aun no te he hablado sobre los juguetes sexuales --agrega de la nada con seriedad.

Varias personas se dan vuelta hacia nosotros tras escucharlo y salgo del lugar sintiéndome muy avergonzado.

Él definitivamente esta muy seguro de su sexualidad, a tal punto que no le avergüenza hablar de ello en ninguna parte.

Me carcajeo sin parar sentado en su motocicleta. Sale agitado tras de mí.

-- ¿Creí que estarías molesto pero veo que...

Le interrumpo dándole un beso.

-- ¿Y eso porque fue? --pregunta sorprendido mirando mis labios.

--Porque he querido --le sonrío.

Subimos a la motocicleta y nos vamos abrazados como un par de cómplices.

--No puedo creer que me besaras en un lugar público sin estar ebrio --comenta alzando la voz debido a la brisa.

--Y yo no puedo creer que me hayas dado una clase de educación sexual en medio de una farmacia --contesto alzando la voz también para que me escuche--. ¿Por cierto a donde vamos?

--A ningún lugar --contesta sin más.

--No entiendo...

--Agárrate de mí fuertemente --comenta aumentando la velocidad.

Sigo sus indicaciones y me aferro fuertemente a su cadera, la brisa se intensifica, de pronto surge una sensación, ¿Esto es la verdadera adrenalina?, esta emoción que no puedo explicar y que comienza a emerger dentro de mí, hace que mi corazón se acelere. Me aterra pero al mismo tiempo... me siento libre. Abro los ojos, los cuales tenía cerrado debido al miedo que sentí en un principio. Puedo apreciar el panorama frente a nosotros.

-- ¿Tienes miedo? --pregunta de pronto.

--Me gusta --le confieso.

-- ¿Qué? --alza la voz al no poder escucharme.

-- ¡Me gusta! --le grito en respuesta.

-- ¡Tú también me gustas! --contesta de pronto.

No puedo hacer más que sonreír como un gilipollas en su espalda, no puedo refutar lo que ha dicho, es la verdad, me gusta tanto como la adrenalina que siento en estos momentos, me aterra pero me llena de vida.


Estaciona a mitad de la carretera.

-- ¿Qué te pareció? --pregunta quitándose el casco.

Close LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora