Close Love

Capítulo 18

–– ¿Ya sabes la respuesta? ––pregunta petulante.

––No...

Se levanta del suelo.

––Prosigue estudiando ––da algunos pasos.

–– ¡Espera! ––exclamo––. Venga ya, es muy difícil, son la 01:34am, déjame dormir ––me acuesto en el suelo.

Se da vuelta hacia mí.

––Ya dominarías este tema si no hubieras tenido tantas inasistencias, concéntrate Adam, es muy importante que lo domines para mañana.

Se retira de la habitación.

He descubierto algo nuevo de Egan, es un dictador cuando se trata de estudiar, se convierte en un verdadero profesor, frío y calculador, para él es muy sencillo, puede memorizar cualquier cosa con facilidad, aunque tiene razón... a estas alturas ya debería dominar el tema, me lo tengo merecido.

Miro el reloj 4:35am.

¡Sí! estoy seguro de que esta vez lo tengo, me lo he repetido diez veces sin equivocación alguna... ya puedo confrontar a Egan...

Doy un gran bostezo y dejo caer mi rostro sobre el libro.

Primero tomaré 5 segundos para descansar los ojos y... entonces... yo...

Me levanto exaltado.

¿Qué sucedió?, ¿por qué estoy en la cama?, ¿Cómo llegue aquí?, ¿Qué hora es?

Camino hasta el salón. Egan sigue dormido en el sofá.

Miro el reloj. 7:30am. De seguro que me he quedado dormido, me pregunto hasta qué hora se habrá quedado él despierto... bueno, aprovecharé para hacer el desayuno.

Termino de cocinar y el olor despierta a Egan, que luego de cepillarse se sienta en el comedor a preguntarme el tema ya debería haberme aprendido.

––Perfecto ––da un trago a su taza de café.

–– ¡Sí! ––celebro eufóricamente.

––Me preocupaba que te hubieras rendido, pero veo que no paraste hasta aprenderlo y caer del agotamiento.

––Así es ––sonrío––. Gracias por llevarme a la cama ––desvío la mirada.

––No podía dejarte tirado sobre ese libro, fue un poco gracioso de hecho ––confiesa––. Cuando te levante tenias las marcas de el en la cara ––se carcajea.

–– ¿En serio? ––cruzamos mirada.

––Si, luces muy tierno cuando duermes ––desvía la mirada.

Nuestras miradas se encuentran por instantes breves, pero ambos huimos de la sensación que provoca.

––Vo-voy a tomar una ducha ––me levanto.

Camino hasta el baño y cierro la puerta tras de mí. Mi corazón late con prisa, es cada vez más difícil aguantar el deseo que siento por él, ¿soy un pervertido?

Salimos del parcial.

–– ¿Qué tal?, ¿Han logrado contestar todo? ––pregunta Tabita nerviosa.

––Todo, me sabía todas las respuestas.

––Estuvo muy sencillo ––agrega Egan.