Capítulo I:
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MUJERCITAS
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Hermanas.
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Me alegra saber que no solo yo me he roto.
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A pesar de vivir en la misma fraternidad y alegar ser hermanas, se la pasan discutiendo y peleando; por la limpieza, la cocina, los chicos.
Son muy opuestas y eso aumenta sus discusiones pero al final del día se dan cuenta que todas tienen algo en común, son mujeres y están enamoradas.
Algunas del mismo.
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― ¡Son las seis de la tarde y ya estoy ebria!―
―Y en la fiesta estará embarazada―
―Tenten― La reto divertida ante el comentario de su amiga y observo como la chica ebria trastabillaba entrando a la casa.
―Sakura― La llamó una chica.
Sakura y Tenten voltearon a observar a la pequeña castaña que se encontraba detrás de ellas.
―¿Dónde quieren que ponga esto?― Pregunto haciendo referencia a una caja llena de bebidas que llevaba entre sus brazos.
―Déjala en la cocina― Le indico Sakura.
La chica asintió, alejándose de ellas e ingresando a la casa.
―¡Al fin estamos en la universidad!― Chillo emocionada Tenten.
Sakura la miro divertida. Tenten era una extraña mezcla de madurez e infantilismo. Desvió la vista de su amiga y observó la que seria su fraternidad y su casa por los próximos cuatro años. Por fuera se veía como una casa común pero muy elegante, poseía un hermoso jardín delantero, adornado por flores y algunos árboles, estaba rodeado por una reja de madera que separa su casa de la contigua. Poseía un pequeño porche con una pequeña escalerita de madera y en la puerta de madera se podía leer claramente en letras doradas Konoichis. La casa era de dos pisos y poseía también un jardín trasero adornado por plantas y árboles donde se encontraba el jacuzzi y unos columpios.
―¡Sosténgalo!― Les ordeno a unas chicas que colocaba un inmenso cartel desde las ventanas superiores de la casa.
Hacía un mes que habían empezado las clases y hacía un mes que había logrado ingresar a la fraternidad de Konoichis, si bien la primera razón para entrar habían sido sus mejores amigas, la verdadera razón y la más importante había ingresado a la fraternidad masculina de los Shinobis.
―Bien ¡Tiren!― Ordeno Sakura.
Las chicas le obedecieron tirando de las cuerdas y el cartel de papel se desplegó ante su vista, era de un color rosa claro y poseía letras de color dorado donde podía leerse: Bienvenidos, primer año. Su fraternidad se encargaba ese año de la fiesta de ingreso y bienvenida. Sonrió ante su trabajo e ingreso a la casa color pastel, subió las escaleritas del porche y entró al living, habían movido los muebles y el lugar estaba perfectamente decorado e iluminado. Una bola de espejos colgaba del techo y había varios globos y adornos por el lugar.
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Mujercitas.
RomanceA pesar de vivir en la misma fraternidad y alegar ser hermanas, se la pasan discutiendo y peleando. Son muy opuestas y eso aumenta sus discusiones pero al final del día se dan cuenta que todas tienen algo en común, son mujeres y están enamoradas. A...