Capítulo XII:
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MUJERCITAS
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Besos. Muchos besos para anestesiar el alma.
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Sakura
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―Te quiero de vuelta―
―Dime que me amas entonces―
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Para ti que te conformas con tenerlo una vez al mes así por lo menos no lo extrañas tanto.
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―¿Sales con Sasori?― Me pregunto Ino sentada en su escritorio rodeaba de sus diseños.
―No― Murmuré colocándome el chaleco de cuero color negro por sobre la sudadera gris, llevaba una leggins negras y unas botas de corderito color crema ―Debo devolverle a Sasuke su remera― Le comente tomando la dichosa remera y la metí dentro de una pequeña bolsa de papel.
―¿El hijo de puta te pidió la remera? ― Pregunto entre enojada y divertida.
―Si― Le respondí rodando los ojos ―Ya vuelvo― Murmure encaminándome a la salida.
―Ponle mucho perfume ― Me aconsejó la rubia entre risas.
Yo sonreí ante su consejo y me marche a la fraternidad de los Shinobis. Toque el timbre un par de veces antes que Naruto abriera la puerta y tomara mi mano obligándome a entrar.
―Solo venía a devolverle esto a Sasuke― Comenté entregándole la pequeña bolsa de papel, Naruto no la agarro.
―Ah, si― Dijo nervioso ―Te espera arriba―
―No― Chille y vi como Tenten, Lee y Neji que estaban en la sala viendo una película voltearon a verme ―Hola―
Los tres corearon un saludo y volvieron la vista a la pantalla.
―¿Por qué no se la alcanzas tu? ― Le pregunté al rubio.
―No puedo. Me dijo que te hiciera pasar― Respondió el hizo una extraña mueca con la cara.
Yo bufe fastidiada y subí las escaleras, golpee la puerta un par de veces hasta el Uchiha me abrió.
―Pasa― Me ordeno, yo avance unos pasos al interior del dormitorio.
Se veía mucho más limpio que el sábado. Sentí la puerta cerrarse detrás de mi.
―Te traje la remera. Naruto no la quiso recibir ― Murmuré entregándole la bolsa.
Él la tomó entre sus manos y frunció el ceño al tomar la prenda de ropa limpia.
―¿La lavaste? ― Dijo enojado.
―Si. No quiero que la tires a la basura porque tiene mi olor― Comenté enojada.
Él río por lo bajo, tranco la puerta con llave y se acercó a mi. Apoyo su mano en mi mejilla y la acaricio despacio.
―Te la vas a tener que poner de nuevo―
Apretó mi cabeza entre sus manos y me beso. Yo le correspondí enseguida, hacia tanto tiempo que no lo besaba. Lo extrañaba tanto.
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Mujercitas.
Lãng mạnA pesar de vivir en la misma fraternidad y alegar ser hermanas, se la pasan discutiendo y peleando. Son muy opuestas y eso aumenta sus discusiones pero al final del día se dan cuenta que todas tienen algo en común, son mujeres y están enamoradas. A...