Capítulo XIV: Hinata. Karin. Matsuri. Temari.

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Capítulo XIV:

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MUJERCITAS

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Mucho amor para tu vida.

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Hinata.

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―Siempre he sido yo―

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Para las que vivimos con temor al rechazo y aún así nos arriesgamos.

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Suspiré observándome al espejo, la música se colaba por la puerta cerrada del baño de la fraternidad de los Shinobis donde estaba escondida. Respiré profundo y me coloqué aquella hermosa y delicada máscara que había utilizado en la última fiesta de mascaradas.

Las luces iban y venían por toda la sala que funcionaba como pista de baile. Había tanta gente allí que estaba segura que en cualquier momento caería la policía y nos echarían a todos.

Naruto estaba a unos metros de mi hablando con unos amigos. Me aproxime lo más que pude solo para que me notará y se acercó despacio a mí evitando chocar con alguno de nuestros compañeros.

―Si viniste― Susurro y amplio esa hermosa sonrisa que tanto me gustaba.

La máscara color naranja le cubría desde su frente hasta su nariz y resaltaba aún más esos hermosos ojos azules. Yo asentí y evité verlo mucho los ojos, la máscara tenía una tela ligera de puntillas sobre los orificios de los ojos así evitaba que viera el color de ellos pero si se acercaba lo suficiente iba a notarlos.

―Eres tan hermosa― Susurró y yo sonreí sonrojada ―¿Por qué no sé quien eres?― Me preguntó aproximándose más a mi.

Sentí su perfume más fuerte a medida que se acercaba. Apoye mis manos en sus hombros, lo tomé de la nuca y lo bese. Eso lo tomó de sorpresa porque demoro unos segundos en corresponderme pero lo hizo.

―Naruto― Lo llame, él se sorprendió que supiera su nombre ―Vamos― Dije y apreté su mano con fuerza guiándonos a la salida de la casa.

―Dime tu nombre― Me exigió en cuanto salimos al jardín y se quito la máscara.

―Si me la quito quizás te decepciones― Susurre.

Yo sabía que él no sentía nada más que amistad por mi. Naruto negó con la cabeza y se aproximo a mi.

―¿Cómo pude verte alguna vez y no poder reconocerte ahora?― Me preguntó, paso la yema de sus dedos por mi mejilla y me quito la máscara que cubría casi todo mi rostro.

―¿Hinata?―

Yo solo note decepción en su tono de voz.

―Llevó tanto tiempo enamorada de ti― Él se sorprendió, intentó a hablar pero lo evité ―Yo te amo, Naruto

Al fin le había confesado mis sentimientos. Él aún seguía parado en el mismo lugar sin moverse y con mi máscara en una mano.

 ―Yo jamás te vi de ese modo― Murmuro.

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