Ella lo sabía. Estaba consciente de que estaba dando señales mixtas y confundiendo al chico con cada cosa que salía de su boca, pero es que era cierto que no eran amigos, al menos, no lo eran del todo, ellos dos apenas sí se conocían. Ni siquiera se podían llamar cercanos porque sus interacciones eran escasas, casi se podían decir que eran un accidente y no significaban nada en lo absoluto. Lo suyo solo se basaba en lo académico, de ahí en más, no eran otra cosa que compañeros. Los cuatro años estudiando juntos en Hogwarts, hasta el momento, no habían servido para nada más que para unirlos recién estando a tres años de graduarse.
Aunque era cierto que Candy podía sentir una extraña sensación estando cerca de Theodore, pero no comprendía con exactitud lo que era. Y tampoco quería entender aquel sentimiento, porque no era lo apropiado para una persona tan inestable y voluble como lo era ella. Candy no era estúpida, ella estaba segurísima de que no era buena para nadie, ni siquiera para Theodore Nott.
── ¿Por qué has venido? ── Franziska observaba a su hija mientras limpiaba una nueva estantería que había llegado ese mismo día a Honeydukes.
── No me siento bien, no ha sido una buena semana. Además, estoy muy confundida respecto a mis sentimientos y la forma en la que me relaciono con las personas.
Si fuese otra persona, Franziska no la hubiese entendido, pero el ser su madre y conocerla bien tenía sus ventajas en una situación como esa. Candy nunca había sido realmente buena en las relaciones interpersonales y sus sentimientos a menudo se volvían una tormenta porque no podía procesarlos bien. Quizás se debía a un problema cognitivo, pero, aunque la mujer quiso llevarla a especialistas, solo apuntaban a que era una niña saludable y normal.
¿Qué iban a saber ellos en una época como esa?
── ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué crees que estás confundida? ── dejó lo que estaba haciendo para mirar a su hija con ese cariño en sus ojos que a veces se vislumbraba en los de Candy cuando se rodeaba de algunas personas; cuando estaba cerca de Theodore.
── Es que hice un amigo, bueno, la verdad es que no somos amigos porque es demasiado pronto para considerarlo como tal, pero parece que se encariñó demasiado conmigo en tan poquito tiempo, aunque nos conocemos desde hace cuatro años porque entramos el mismo año al colegio. No sé si lo conozcas, ha venido un par de veces aquí y es algo amargado, me recuerda a los pasteles de limón a veces cuando no está comportándose como un antipático. Y es extraño porque le dije que nosotros dos ni siquiera éramos amigos, solo compañeros y ya.
── ¿No piensas que fuiste un poco cruel? Esas cosas no se les dicen a las personas, incluso si no son amigos todavía porque apenas se están conociendo.
── Sí, lo fui y me siento muy culpable por eso, pero es que... no sé, creo que hay una tensión muy rara cuando estoy cerca suyo ¡Es difícil, mamá! No me gusta la sensación, pero tampoco es tan mala, es complicado.
Por supuesto, se solía decir que cuando una persona sentía una especie de atracción por alguien, no solo ella lo llegaba a experimentar, sino que también ese sujeto que lo causaba. Los dos podían sentir lo mismo, pero a la vez, no era igual en ninguno de los sentidos.
── Deberías hablarlo con él, creo que lo mejor siempre es la comunicación.
── Pero si ni yo entiendo lo que me está pasando, dudo mucho de que él lo haga.
── ¿No será que te estás enamorando de ese amigo tuyo? ── sugirió Franziska, pero aquel comentario no le hizo ninguna gracia a Candy, quien palideció al oírlo.
── ¡De ninguna manera! Y ni siquiera somos amigos realmente, él solo es mi compañero, incluso no somos de la misma casa. Él no significa nada para mí.
Pero sus amargas emociones no concordaban mucho con sus acciones, porque sus palabras podían ser todo lo contrario a lo que ella demostraba. Theodore Nott sí le importaba, pero no estaba dispuesta a aceptarlo porque tenía miedo.
Miedo de sí misma y del daño que ambos podrían causar.
── Buenas tardes ── se escuchó una voz y el sonido insoportable de la campanilla de la tienda ──. Hey, no sabía que te encontraría aquí, Candy.
── Hola Theodore ── saludó la chica, solo por cortesía y porque estaba su madre allí ── ¡Ah! Ella es mi madre, lo siento por nunca haberla presentado antes, no tuve la oportunidad.
── ¿En serio? Sabía que había algún parecido, no solo en el físico, en su esencia ── el chico sonrió como si el día anterior Candy Cook no lo hubiera decepcionado con sus palabras.
Como si no lo hubiera herido con sus señales confusas y su lengua afilada cuando su dulzura estaba en el punto más bajo y la amargura se cernía sobre ella.
── Un gusto conocerte, Theodore.
── ¡El placer es mío, señora Cook!
── No, de hecho, soy Sweety ── corrigió con amabilidad, porque nadie era adivino, a excepción de algunos magos, como para saber que la mujer no estaba casada.
── Oh, lo siento mucho.
── Sí, creo que deberíamos irnos, Theodore, mi madre tiene mucho trabajo y solo estamos estorbando aquí ¿No lo crees? ── la mirada que le dio fue suficiente como para entender que él no era bienvenido allí, al menos no teniendo a Candy cerca ──. Nos vemos mamá, te vendré a ver cuándo tenga otra oportunidad.
Cuando por fin se alejaron de Honeydukes, Nott la jaló del brazo para apartarla del resto de personas conocidas o extrañas que pudieran ser unos chismosos en potencia.
── ¿Qué mierda fue todo eso? ¿Por qué te comportas tan desagradable frente a otras personas o cuando hacen comentarios sobre nosotros dos? Pensaba que eras dulce, quiero decir, tu nombre no es una casualidad.
── ¿A ti qué te importa? ¿Acaso te afecta como me comporto? No somos amigos para empezar ── escupió, soltándose de su agarre. Su cabello crispaba como si estuviera echando fuego, pero solo era la dulce magicae manifestándose.
Ella sabía lo peligrosa que podía ser, por eso tenía miedo.
── ¡Pues sí, me afecta! Hace unas semanas eras el ser más amable y empalagoso del mundo, me sonreías como si creyeras que éramos cercanos, pero ahora actúas como... como una víbora amargada.
── Mira quién lo dice, ahora eres tú el lindo y el más agradable de todo Hogwarts, ¿no?
── ¿Sabes qué? Creo que te gusto.
── Qué egocéntrico.
── Bueno, si no es eso, entonces no lo sé. Fuiste tú la que se acercó en primer lugar, yo ni siquiera te quería cerca, pero mírame ahora rogándole a una simple Hufflepuff.
── Si no querías a una simplona a tu alrededor, pudiste seguir siendo indiferente y esquivo conmigo ── dijo Candy, comenzando a caminar para alejarse de él.
── ¡No puedo hacer eso! Es tu culpa que me haya encariñado de una persona tan detestable que es buena para manipular.
── ¡No soy manipuladora!
── ¿Ah, no lo eres? Pues te salió muy bien el pretender que te caía bien, cuando solo estabas usándome para una tarea de historia.
Porque al final, los dos se habían usado.
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SOUR CANDY FLOSS, theodore nott
Fanfiction⌇ HILO DE CARAMELO ÁCIDO ★⤸ ❝ candy está maldita ❞ 。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。 ▌ theodore nott ¡! oc female ▌ ▌ the goblet of fire ¡! the deathly hallows ▌ ▌ cover by me ▌