CHAPTER FIVE
puesta en marchaLA NOCHE PREDESTINADA LLEGÓ CUANDO MORGAN LEE –CON EL PELO SUELTO Y UNA MIRADA ESTOICA EN EL ROSTRO– ENTRÓ EN EL AULA DONDE SE CELEBRABA EL CASTIGO, CONTENIENDO UN GEMIDO CUANDO SE DIO CUENTA DE QUE SÓLO ESTABAN ELLA Y LOS MERODEADORES. Por supuesto el destino la odiaba lo suficiente como para no tener a otra persona allí cuando estaba condenada a pasar una hora de su vida con los venerados alborotadores. Bien venerados en las otras casas, y odiados en Slytherin.
Morgan no les escatimó una mirada, y se preguntó por qué demonios llegaban temprano cuando sabía que llegaban crónicamente tarde a todas las clases. Era una incógnita por qué a veces incluso iban a clase cuando llegaban tan tarde, pero cada uno a lo suyo. No era como si a Morgan le importara preguntarles por ello.
Tomó asiento lejos de ellos y apoyó la cabeza en la mano con el codo firmemente apoyado en el pupitre. Ni siquiera había empezado y ya estaba aburridísima pensando en los pros y los contras de morir. A favor: no estaría aquí. Contra: no podría convertirse en Maestra de Pociones.
Y no era como si Morgan nunca hubiera estado castigada. No era ajena a la larga hora de estar sentada en silencio o limpiando el aula, lo que fuera que complaciera al profesor, pero parecía mucho peor cuando estaba atrapada con Potter, Black, Lupin y Pettigrew. En serio, ¿cómo era posible que nadie más estuviera castigado y la salvara de ellos?
Los Merodeadores estaban revueltos, cuchicheando entre ellos, a veces mirándola, pero ella no les devolvía la mirada. Estaba enfadada con ellos, claro, pero no le gustaban las venganzas, y no, sabotear el matrimonio de su tía no era una venganza, era ser una heroína.
Finalmente, el profesor Binns, que supervisaba el castigo, se escabulló de la sala y, de repente, los Merodeadores no estaban todos juntos porque Remus Lupin, por la razón que fuera, se acercaba para sentarse a su lado. —Hola, —rompió el silencio, un poco incómodo y fuera de lugar.
Morgan hizo lo posible por enviarle su mejor mirada de desinterés. —¿Hola? —dijo, su tono más parecido a una pregunta porque realmente no sabía por qué aún querían hablar con ella.
Remus se aclaró la garganta. —Bueno, empezó—, sé que no empezamos precisamente con buen pie...
Ella resopló, cortándole. —Esa es una forma de decirlo.
El chico arrastró los pies, claramente incómodo, mirando a sus amigos que asintieron para que continuara.
—Claro, sí, bueno... bueno, sólo... queremos disculparnos. Exigirte que te disculparas con nosotros estuvo mal y ahora nos damos cuenta.Ella resopló un poco de risa, los labios crispados hacia arriba por un segundo. —¿Ah, sí? ¿Quién los ha hecho entrar en razón? No pudieron haber sido ustedes, —se burló, porque los Merodeadores nunca se disculpaban. Eran santurrones y creían que todo lo que hacían estaba bien. Eran los no podemos hacer nada mal de Gryffindor, como los puristas de la sangre lo eran en Slytherin.
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SABOTAGE ━━ remus lupin
Fiksi Penggemarla curiosidad mató al gato marauders era original de casuaIIy traducción por lueaxwin