un dia mas, uno menos.

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Entre al baño, me miré en el espejo ese reflejo de una persona que no reconocía pero sabía que era el mío.
Mis ojeras cada vez más sombreadas por la oscuridad, cada vez más profundas como el agujero de mi alma.
Una expresión vacía, sin vida pero viva.
Me metía en la ducha abriendo el agua caliente, caía en mi espalda quemando mi piel, quizás si tenia algo de suerte, quizás también quemaría mis pensamientos.
Escuchaba el sonido del agua y el vapor que empañaba mi vista cansada, aliviando así el peso de un día más, otro en el que quizás habría sido consumida un poco más, si eso de alguna forma pudiera ser posible.
Mi pálida piel tomaba  color rosado enrojecido, por primera vez pensaba que dejaría de ser un fantasma, quizás me volvería visible por fin aunque sea una simple fantasía.

Mi Distorsión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora