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La salud del coronel Yang está a nada de quebrarse, que su adorado hijo perdiera a su alfa quedando desamparado lo hace sentirse inútil al no poder evitar ese dolor

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La salud del coronel Yang está a nada de quebrarse, que su adorado hijo perdiera a su alfa quedando desamparado lo hace sentirse inútil al no poder evitar ese dolor.

El corazón del coronel decae día con día y a Hyekyo parece importarle nada ella está más ocupada buscando otro alfa con el cual vender a Jeongin.

—Le aseguro que seguirá fuerte después del parto, y por el cachorro no se preocupe —decía la ruin beta, se encuentra en el salón de la casa Yang junto a un general del ejército que está interesado en el omega de la familia Yang.

El coronel Yang despertaba de su siesta para reponer fuerza y seguir de pie por lo que queda del día.

—¿El matrimonio ya fue anulado? —preguntó el general, un alfa bien parecido, pero ya algo viejo.

—Por supuesto, ya no hay nada que ate a mi hijo al asqueroso usurpador —alardea Hyekyo.

En eso el coronel entro al salón con el corazón latiendo al mil y una mirada asesina.

Largo de mi casa, Jeongin no va a casarse con nadie —gritó el hombre con todo lo que le queda de fuerza para usar su voz alfa. El general se fue sin despedirse claramente sintiendo la amenaza. Hyekyo se vio afectada, pero se repuso con rapidez—. ¡¿Cómo demonios puedes ser tan miserable, Hyekyo?!

—¿Qué? —la mujer se vio ofendida, pero sostiene su postura—. Solo quiero lo mejor para Jeongin y lo mejor es que se case de nuevo.

—Él está enamorado de Chan.

—Y ese alfa es un asqueroso mugriento bastardo, qué bueno que le quitaron Ganan —escupió la mujer con fastidió cansada de cuidar su forma de hablar delante de su esposo, pero sin saber que cometía un error.

El coronel sentía su sangre hervir, su alfa rugió amenazante, tomó a su esposa del cabello e hizo que se arrodillara.

—Le pedirás perdón a Jeongin por todas las cosas que dijiste de su esposo —dijo mientras arrastraba a la mujer hasta el final de las escaleras—. ¡Jeongin, ven aquí! —llamó a su hijo—. Jeongin no va a casarse —regresó su mirada a la mujer.

—Es lo mejor, solo piénsalo —defendió ella tratando de liberarse.

—No cualquier alfa aceptará a un cachorro de otro —contradijo el coronel, Jeongin se asomó por la escalera, al ver todo lo que pasaba quiso bajar más rápido, pero debía cuidar de su bebé por lo que su paso era lento.

—Papá, por favor, suéltala —pidió el omega aterrorizado por lo que podría pasar.

—Me importa muy poco el engendro del bastardo, por mí puede morirse —gritó la beta.

Y el corazón del coronel se detuvo.

Jeongin resbaló en el escalón, pero por suerte se sostuvo del barandal de la escalera y solo calló sentado.

El mejor error¹ ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora