🎬📽. Prólogo. 🎬📽

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No sé en qué pensaba al repetirme todo el rato en mi cabeza que esto podría salir bien. Lo único que quiero hacer es salir corriendo de esta première y de llamar a Jules y a Amanda para que estén conmigo en estos momentos.

Las lágrimas están brotando de mis ojos, y las siento humedecer mis mejillas. Sollozo un poco, pero como hay mucho bullicio y gritos por verlo a él, a Becky y al resto del reparto, nadie se percata ni de mi simple existencia.

—¡Liv! —lo escucho gritar mi nombre, y no se oye precisamente tan lejos como esperaba que estuviera.

Tan rápido como me doy cuenta de eso, siento su mano en mi hombro para detenerme, pero lo aparto y grito un "déjame" tan intenso que ha sonado como a rugido.

—¡Por favor, Liv! ¡Escúchame...!

—¡Tienes prohibido llamarme así! —le advierto dándome la vuelta y dejando ver así mis lágrimas a su vista.

—Liv... Liv, por favor, no llores, te lo pido... —Se acerca a mí y me toma de las mejillas a una velocidad impresionante.

Antes me moría cuando me tocaba, incluso cuando solo me rozaba. Hasta solo por imaginármelo a mi lado o al frente mía ya era una total fantasía, pero ahora no quiero saber nada de él. Ha sido un auténtico idiota.

—Suéltame —espeto de mala manera quitando sus manos de mi cara con mucho dolor y poca voluntad propia obligada a salir por mi dignidad.

—Liv...

—¿¡Qué parte de que no me llames así no has entendido!? —le grito con desesperación.

—No quiero que te vayas. Déjame explicarte las cosas, no son como las piensas.

—Creo que he visto mucho ahora, Zack. Mi familia siempre tuvo razón con eso de que emparejarse con una estrella de Hollywood es de personas tontas porque en ese mundo no existe el amor para toda la vida ni la fidelidad. Y no quiero estar perdiendo el tiempo contigo encima. Voy a renunciar. Voy hacer otra carrera y...

—No me digas eso. Joder, no renuncies por mi culpa a tus sueños, Liv.

—Te he dicho que...

—Te voy a seguir llamando así las veces que quiera porque no pienso alejarme de tu lado.

—Ya lo has hecho —le confieso.

Y cuando veo que trata de abrir otra vez su boca para hablar, la prensa y las cámaras vienen hacia él. Empiezan a agobiarlo y a freírlo a preguntas, pero a mí ya me da igual.

Que se agobie y que se canse.

—¡Zack! ¿Qué tienes que decir sobre el romance entre Becky Dixton y tú? ¿Lo confirmas?

Un millón de preguntas de ese tipo llegan a mis oídos, y las ganas de llorar más me invaden. Que las conteste y que a mí me deje en paz.

—¡Dejadme en paz! ¡Dejadme! ¡Solo quiero...!

—¿El qué? ¿Qué quieres, Zack Holden! ¡¿Ir a buscar a Becky para...!

—¡No! ¡No voy a hacer nada con Becky! ¡No tengo que dar explicaciones de nada!

—¡Eso significa que sí que hay algo entre vosotros dos! ¡Por algo no quieres decir nada!

—¡Eso quiere decir que quiero que me dejéis en paz!

No soporto escucharlo. Intento correr, pero el gentío no me deja. Maldigo para mis adentros.

Y en ese momento que estoy a punto de estallar y de apartar a empujones a todas las personas que se me cruzan en todas las direcciones de mi camino, la voz de Zack me sorprende, haciendo que me quede parada donde estoy y que me dé la vuelta sin poder creerlo.

—¡No quiero nada con Becky! ¡Yo solo amo a Olivia Dresher y la voy a perder por culpa de todos vosotros, que sois unos entrometidos que lo malinterpretan todo!

Hasta Que Cierre El Telón [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora