Tengo que ser todo lo profesional que debo en estos momentos y no decir nada de lo que me pueda arrepentir después, que es igual a algo que pueda provocar mi trágico despido del trabajo en el que me va tan bien desde que empecé la carrera para sacarme mi propio dinerillo.
Tomo una profunda respiración para controlar todo lo que me está invadiendo en estos momentos, porque ya os digo que son un montón de cosas.
Me lo quedo mirando, aún sin creerme que él esté dentro de mi lugar de trabajo, frente a mí, a punto de hacer uso de mis servicios. Aunque me cueste aceptarlo, sé que tengo ahora mismo los ojos como platos, y eso ya es mucho decir para lo que en verdad estaría pasando si no fuera porque estoy trabajando.
—Ehh... Perdona, te he pedido un café latte, ¿podrías servírmelo? —vuelve a preguntarme moviendo lentamente la mano delante de mi cara y con una minúscula sonrisa en el rostro.
Céntrate, Olivia, joder.
—Sí, sí, te he escuchado, lo siento. Es que... Solo que no podía creer que fueras tú. Eres... Zack Holden —le digo sin dejar de mirarlo pero moviéndome un poco para que vea que emprendo el corto camino hacia la cafetera.
—Tranquila, es comprensible —me dice entre risas sin apartar sus ojos de los míos.
—Ya... Yo... voy a preparar tu café latte, solo será un minuto —le prometo dando media vuelta.
—Sin prisas, chica, que aquí espero —escucho que me dice, lo que hizo que dé media vuelta para sonreírle de manera agradecida y después volviera a centrarme en preparar aquel café.
Zack Holden está aquí, y he intercambiado palabra con él ahora mismo. De verdad que esto parece un sueño. Siento realmente que en cualquier momento me voy a despertar, que mi cama me dará la bienvenida al mundo real.
—Joder, ya lo has visto, quería que lo vieras junto conmigo —me dice Jules viniendo al lado mío para hablar bajito dado que él se encuentra a pocos metros de distancia —, pero bueno, ¿has visto? ¡Zack Holden está aquí!
—Sí, lo sé. Me ha pedido un café latte. Ya casi está.
—¿Y qué le vas a decir ahora que se lo des? —me pregunta mi amiga de manera pícara.
—Pues que si quiere más azúcar o no para el café, y si lo desea pagar ya o se espera al terminar.
—¡Noooo!
—¿Qué?
—No, no, no, no. Mal, Olivia, mal. Tienes que tratar de entablar una conversación con él. Tía, que es tu amor platónico desde que tienes dieciocho años.
—Ya, pero no sé de qué hablarle, y no quiero que la jefa me pille.
—Yo te cubro, y te aviso rápido si viene, pero haz algo, que es una gran oportunidad.
—Ay, no sé, Jules, creo que es mejor dejarlo así y...
—Una vez que cruce esa puerta no creo que le vuelvas a ver en tu vida en carne y hueso, piénsalo, chica. Cualquiera haría ahora lo posible para...
La voz de Rebecca, nuestra compañera, se escucha al estar hablando con Zack Holden, y en cuanto mi mejor amiga y yo nos percatamos de ello, nos volteamos y vemos que ella se está haciendo un selfie rápido con él, y Laia lo está mirando toda embelesada.
Menos mal que en esta cafetería solo entra gente adulta o mayor en estas horas, sino, habrían muchas más adolescentes queriendo fotos con él y agobiándolo, y pensar en eso me pone mala.
—¿Ves que te digo? Hasta ellas son más rápidas que tú.
—¿Y por qué no entablas tú una conversación con él o le pides un selfie? —le pregunto para intentar rebatirla mientras tomo el platito con la taza que contiene la bebida caliente de Zack Holden.
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Hasta Que Cierre El Telón [EN PROCESO]
Fiksi RemajaOlivia Dresher, una estudiante de la carrera de Artes Escénicas Teatrales, reside en Los Ángeles, donde quiere ejercer su profesión de actriz, su meta principal en la vida. Y si ya de por sí ella se pensaba que su vida daría un cambio de tresciento...