Capitulo 4

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Àngelo sostuvo con fiereza la sabana que cubría su cabeza. No permitiría que aquellas mujeres le quitarán la antigua reliquia.

— ¡Vamos niño! ¡Ya te explicamos las reglas!— Anika forcejeo hasta el cansancio. — Recibirás- un ¡castigo!

Dio un tiro particularmente fuerte logrando desprender al niño que se encontraba tumbado y desnudo en la cama. Lo habían aseado y ahora trataban de vestirlo, cosa que no funcionó ya que el niño se negaba a cooperar con las instrucciones dadas.

Anika fue la única en tratar de resolver el problema con forcejeos. Rose simplemente se quedó mirando hasta que su compañera descubrió al niño.

— ¡N-no quiero! — el pequeño pataleo a la mujer que lo sostenía por los brazos. Lo había rodeado su torso con sus brazos, inmovilizando todo escape. — ¡Po-por favor!

La joven sirvienta que se mantuvo al margen camino y con frialdad le intento quitar aquel objeto estorboso.

Rose frunció el entrecejo y tiro una vez más obteniendo el mismo resultado.

Ocupo fuerza en el tercer tirón.

Nada.

Agotada de tanto ajetreo, tiro bruscamente y con todas sus fuerzas, lastimando al pequeño que no dudo en dejar ver su dolor con gruesas lágrimas.

— Ay...— hipo con dolor tras otro tirón. — Me duele... ¡Ugh!

— Rose oye, lo lastimas. — Anika aflojó el agarre en el niño y trato de que no se notará su expresión de angustia. —Lastimas al niño, ¡Rose!

El niño lloró amargamente por el punzante dolor que se presentó luego de detener el forcejeo.

El silencio inundo la habitación. Rose frunció el ceño, rodo los ojos y salió a paso moderado, como si no hubiera lastimado al niño. Anika quedó boquiabierta ante el comportamiento tan extraño de su compañera, esto no era propio de Rose. Necesitaba hablar con ella.

Observó al niño por unos segundos y lo termino por soltar. Àngelo se cubrió entre temblores con las sábanas.

Los sollozos, gemidos y llamados murmurantes salieron del niño.

Anika debatió entre dejarlo o quedarse.

Bueno.

Esto... Este es un niño, no un adulto.

Y lo habían lastimado...

Suspiró con mucho estrés contenido. Su lado juguetón e infantil fue puesto de lado por su cordura. Atendería al niño si Rose ya no podría hacerlo más.

Dios, su compañera parecía no tener paciencia. ¡La infantil era ella y se mantuvo en todo momento dispuesta a cumplir sus deberes! Se sentía bastante decepcionada de Rose al tener un arrebato como esos.

El pequeño no tenía ni una semana en el palacio, era obvio que se mantendría alerta, desconfiando y araño con personas desconocidas que lo habían separado de su familia, de su hogar.

Anika suspiro y tocó el puente de su naríz.

Por primera en vez en su estancia en el palacio, pensó en retirarses.

— ¡Uh! A-abuelito...

Muy seriamente lo pensó.

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Los chismes del palacio avanzaron a una velocidad alarmante para cualquiera que lo escuchará. La gente que servía a la familia real definitivamente no tenían reparo en hablar y hablar hasta con el mismo cochero.

El alcance de las voces y el intento de contención por parte de las sirvientas de más alto rango del palacio rubí, dieron pie a los rumores de que un posible fenómeno habitaban en el palacio rubí, esperando ser llamado para entretener al emperador con su anormalidad.

El rumor solo tomó fuerza al no recibir una respuesta clara del monarca que parecía al tanto de todo, pero no lo suficiente interesado como para intervenir en desmentir tal cosa. Parecía indiferente e incluso divertido por los constantes murmurós de la servidumbre.

Solo era cuestión de tiempo para que llegara a los nobles y por ende
hasta oídos de la princesa Athanasia.

— Lili — la pequeña princesa llamó la atención de su cabizbaja nana. — ¿Tu sabes quién es la persona que habita en el palacio rubí?

Lilian no levantó su mirada, la mantenía en sus manos entrelazadas. Sentía que su corazón   se apretaba dolorosamente al descubrir el horrible rumor que comenzaba a circular por el imperio.

— Si, princesa. — la oji azul apretó los labios, dudando en decirlo.

La pequeña observó el debate interno de su niñera y suspiro internamente ante la falta de información. Quería descubrir si tales rumores eran ciertos y de ser así, poder intervenir a favor de aquella persona que despreciaban abiertamente.

Incluso en este mundo de fantasía había ciertos rasgos del mundo real con respecto al trato de personas con ciertas discapacidades físicas o mentales. En esta época era mucho más marcada. Esperaba no presenciar algún show de entreteniento para la corte como algunos relatos medievales describían.

— No sé quién habite en el palacio, princesa.— Lilian por fin habló, casi como un susurro. — P-pero no deseo que otras personas tuerzan las cosas a lo que realmente son así que... Le imploró no creer en esos chismes tan exagerados.

Athanasia le regaló una calida sonrisa y asintió repetidas veces para aclarar que no creería en los rumores. Lili se acercó un poco y acaricio el suave cabello de su linda princesa.

— Estoy segura de que el emperador no trajo a una persona con tales um- características. — la torpe búsqueda de palabras correctas hizo sonreír a Athanasia. — S-solo esperemos a las aclaraciones de su padre. Vera que esos rumores terminarán rápidamente.

Athanasia asintió aún sin estar convencida.

"Esta clase de sucesos realmente no terminan rápido"

Athanasia agarró una galleta de chocolate y le dio un ligero mordisco, apreciando el delicioso sabor. Río encantada y siguió comiendo con algo en mente.

"Tendré que verlo con mis propios ojos para estar segura."

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Bueno aquí estamos con otro capítulo de Àngelo. Gracias por la espera y su apoyo ಥ⁠‿⁠ಥ

Cabe aclarar, no pretende incomodar a nadie con el tema tocado en este capítulo. Es algo que realmente pasó (y posiblemente siga pasando) en la historia de la humanidad, especialmente en la edad medieval donde eran tachados de fenómenos a las personas con condiciones, discapacidades o capacidades diferentes a lo estrictamente marcado por la sociedad de aquel tiempo.

Àngelo es tachado como un fenómeno por otros al no querer descubrír su rostro y por el extraño objeto en su cabeza. Por lo que la mayoría asumió que se trataba de alguna deformidad que trataba de cubrir.

Princesa encantadora me da un aire de ese tiempo. Espero no llegar a incomodar u ofender a nadie.

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