Te voy a salvar

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En el Tarot la persona que representa al Mago quiere complacer a su Emperatriz usando su ingenio y encanto personal. La persona Emperatriz tiene una energía sensual, elegante y nutritiva, que atrae a los magos en un instante. Pueden provenir de diferentes orígenes o tener una distancia entre ellos, pero estos factores a menudo no se interponen en el camino para que construyan una conexión profunda.

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Cambio de escena tiempo y lugar
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Pasado

Sasuke cayó al pasto por décima vez consecutiva esa mañana. Su entrecejo se frunció tanto que pareció tener una sola ceja enorme lo que provocó una risa amena a su hermano mayor.

—Casi lo logras— él se contuvo de rodar los ojos ante las palabras de Itachi. Aceptó la mano que le tendía para ponerse de pie aún sin quitar su mala cara.

—Es fácil para ti decirlo— ahogó en su garganta un suspiro cuando los ojos preocupados de su consanguíneo se clavaron en él—A mi edad lograste dominar los conjuros básicos de los Uchiha.

Itachi detallo el infantil y tierno puchero en los labios de su tonto hermano menor. Un desasosiego se apoderó de él por una fracción de segundo al entender el porqué Sasuke parecía más perdido que aventajado en la nueva lección que le había dado para que aprendiera los conjuros. Itachi se había visto envuelto en los pequeños brazos de su hermano durante una semana que hicieron de chantaje para que cediera en guiarlo.  Sinceramente Itachi pensaba que aún era pequeño y que debería esperar por lo menos un año más, pero al conocer el verdadero motivo por lo cual Sasuke se sentía presionado lo entristeció un poco.

—Eran tiempos difíciles— no mentía, cuando él era un niño de siete años su familia estaba en guerra por ganar territorio en la Nación de Fuego. Tuvo que aprender casi a la fuerza si quería sobrevivir—No me agrada la idea que tienes de compararnos siempre, Sasuke. Ambos somos únicos a nuestra manera.

Los hombros pequeños e infantiles del Uchiha menor cayeron deprimidos, caminó algunos pasos hasta alcanzar una raíz de árbol que sobresalía y sentarse sobre esta. Estar rodeados de plantas y animales del bosque había sido genial para Sasuke la primera vez que su hermano lo llevo a ese lugar, a palabras de Itachi, ese prado tenía mucha energía que podría ayudarlo en su entrenamiento de magia.

Para Itachi no paso desapercibida la mirada perdida que últimamente Sasuke portaba. Le preocupaba que él no se creyera un mago lo suficiente fuerte por la neblina que el mismo dejaba a su paso, (sin querer), y opacaba el brillo de su hermano. Siguió sus pasos hasta sentarse junto a él; el aullar del viento movió ambas cabelleras azabaches y enfrió las mejillas.

—Aquellos que no son capaces de reconocerse a sí mismos, están destinados a fracasar— el mayor de los hermanos respiró profundamente llenando sus pulmones de oxígeno y sintiendo la mirada curiosa sobre él—Tienes que encontrar tu propio camino.

—¿Y sí no tengo uno?— los ojos negros de Sasuke lucieron tan melancólicos—¿Qué pasará sí...— sus vocablos se vieron interrumpidos por el golpe sorpresivo que recibió en la frente.

—Entonces, te formarás tu propio camino— en los labios de Itachi una sonrisa apareció lo suficiente cálida capaz de opacar toda esa neblina que lo cubría—Yo siempre estaré ahí para protegerte, cuidarte, aconsejarte e inclusive apoyarte en todo.

El Mago y La EmperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora