El Mago y La Emperatriz

Te voy a cuidar

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Siento el calor de toda tu piel
En mi cuerpo otra vez
Estrella fugaz, enciende mi sed
Misteriosa mujer.

Con tu amor sensual, cuánto me das
Haz que mi sueño sea una verdad
Dame tu alma hoy, haz el ritual
Llévame al mundo donde pueda soñar.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Voy a buscar una señal
Una canción.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Solo el amor que tú me das
Me ayudará.

Al amanecer, tu imagen se va
Misteriosa mujer
Dejaste en mí lujuria total
Hermosa y sensual.

Corazón sin Dios, dame un lugar
En ese mundo tibio, casi irreal
Deberé buscar una señal
En aquel camino por el que vas.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Voy a buscar una señal
Una canción.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Solo el amor que tú me das
Me ayudará.

Tu presencia marcó en mi vida el amor lo sé
Es difícil pensar en vivir ya sin vos
Corazón sin Dios, dame un lugar
En ese mundo tibio, casi irreal.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Voy a buscar una señal
Una canción.

Debo saber si en verdad
En algún lado estás
Solo el amor que tú me das
Me ayudará.

Rata Blanca—

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Cambio de escena tiempo o lugar
(...)

Pasado

Olía a perfume de jazmín cubierto por un mar de estrellas que titilaban más allá de unos pilares de piedra lunar que
enmarcaban una vista panorámica de montañas infinitas cubiertas de nieve.

—¿Qué es e-este lugar?— aunque Sasuke se haya acostumbrado a la repentina curiosidad que sentía Hinata cada vez que la llevaba a un nuevo lugar que explorar en el bosque, no evitó poner los ojos en blanco y fanfarronear un poco.

—Un bosquecillo, nada más. ¿Te gusta?— preguntó él con rapidez. Aunque los dos estaban solos, habría jurado que oía cantar a la hadas que se escondían entre las enredaderas. Hinata puso los brazos alrededor de las rodillas y bebió ese panorama con los ojos.

—Parece i-irreal— y valla que lo era.

Sasuke ocultó una sonrisa, complacido en lograr su objetivo. Hinata miraba adelante, pasando la mano sobre la hierba suave, como si se hubiera tratado de plumas, ella intentaba capturar esa gama de color y textura y Sasuke no podría estar más que satisfecho por haberla empujado con él.

—Es el bosque de Los Sueños— dijo, mirando por encima del hombro y señalando con el mentón la basta cantidad del panorama que parecía sacado de las más hermosas fantasias —. Itachi me contó la historia del porqué lo llamaron así. Hace muchos años, cuando la Tierra de Fuego se fundó. Había un bosque que era custodiado por una hermosa mujer; dicen que esa mujer era muy poderosa y cada vez que alguien intentaba entrar ella los mataba, porque ella creía que querian robar los frutos mágicos que solamente crecían dentro del bosque.