La que baila sola - Peso Pluma

Coachella

Nahomi

— Anne, tu tarjeta de crédito no pasa — giro la mirada a mi mejor amiga que está al lado mío.
— No podemos quedarnos sin boletos Nahomi — mueve uno de sus mechones pelirrojos detrás de su oreja en un gesto de frustración—. Dame eso— quita la laptop de mi regazo para comenzar a teclear sobre ella.
— Espera, iré por la mía—. Me levanto de mi cama para ir en busca de mi bolso.
Cruzo el pasillo de puntillas para evitar que me escuchen y se despierte mi familia. Me matan si se enteran que sigo despierta a esta hora.
Anne y yo estamos intentando comprar boletos para ir a Coachella y poder ver a varios de nuestros artistas favoritos. Efectivamente me quedaré en absoluta pobreza pero ir a Coachella es ir al concierto de varios artistas en un solo viaje, supongo que vale totalmente la pena.
Llego y cierro con mucho cuidado la puerta para tirarme en la cama.
— Anota el número de cuenta.
Después de dictar mis datos bancarios a Anne, rezo a Dios porque sea posible encontrar algún plan de viaje al lugar al que queremos ir.
Y...
— ¡Lo tengo Naho! — grita ella a la vez que da un brinquito de emoción.
— Shhhh— pogo mis manos en sus hombros para hacer que se calme —. ¿Tú quieres que me castiguen Anne? Son las cuatro de la mañana idiota.
— Lo siento, lo siento. Es que no sabes que emocionada estoy por ir— dice ella en un susurro —. ¿Crees que estemos al lado de algún famoso o algo así?—
Que te puedo decir, tengo a una niña pequeña como amiga.
— Para eso debemos ser muy puntales, algo que tú y yo no somos—. Sonrió a la vez que ella intenta contener la risa —Mierda ¿acaso no has visto la hora que es? mañana tenemos que ir a la universidad y seguimos aquí.
—Ugh, a veces te pareces tanto a tu mamá—. Veo como se levanta y se dirige al baño supongo que a lavarse los dientes para ya dormir.
Me pongo de pie para buscar algo más cómodo para dormir ya que el calor aquí en Monterrey esta horrible a pesar de vivir en una de las colinas más lindas y en donde el viento corre con toda libertad.
Y por si tenían la duda ¿Que como carajos le voy a decir a mis padres que voy a ir a Coachella? Muy buena pregunta... y pues no se los diré a ellos. Diré que iremos a la casa de playa de Kenna, la mamá de Anne, para pasar una semana de señoras.
Tengo 20 años y me siguen tratando como si fuera una niñita de 12 y en verdad me fastidia eso.
La mamá de Anne es más liberal que mis padres y ella estuvo de acuerdo en apoyarnos para ir a Coachella siempre y cuando no hiciéramos nada indebido.
Sus reglas fueron simples ¿se las enumero?
1. No llevar chicos a nuestra habitación del hotel.
2. Nada de alcoholizarnos con gente que no conocemos.
3. Llamarla antes de dormir y al despertar.
4. No beber nada que te de alguien que no conozcas.
5. Si te vas a enrollar con alguien, no dudes en hablarlo con ella.
Entiendo todas y cada una de sus reglas puesto a que es una gran responsabilidad para ella y para nosotras mismas. No voy a defraudar la confianza de Kenna y tampoco dejaré que lo haga Anne.

Terminando de ponerme los shorts y el camisón de pijama a conjunto, decido entrar directamente al baño para cepillar mi pelo y lavar mis dientes. Al entrar lo primero que veo es a Anne sentada en el retrete con su celular en las manos y tecleando sumamente rápido sobre la pantalla ignorando mi presencia. Está de más decir que llevamos 15 años de amistad y hay bastante confianza entre nosotras, incluso más de la que me gustaría admitir.
— Anne linda, tengo demasiado sueño y mañana no quiero verme como mapache— digo terminando de trenzar mi cabello—. Te espero en la cama. —
—¿Por qué siento que parecemos un viejo matrimonio?— despega la vista de su celular para reír sobre lo que dije.
— Porque tal vez lo somos.
— Ve a la cama cariño ya te sigo, guapa— me guiña el ojo y yo solo entorno los ojos con una sonrisa y salgo de ahí.

Camino hacia la cama y caigo tan rendida que ni si quiera supe a que hora Anne se acostó.
Mi subconsciente solo se queda pensando en una cosa: Coachella.
Al ser mi primer viaje espero no tener problemas con absolutamente nada y nadie. Lo digo especialmente por el "nadie" porque yo soy una persona a la que le cuesta mucho adaptarse a las nuevas personas y muchas veces termino siendo grosera sin intención de serlo, en verdad espero que no suceda.
Sólo quiero pasarlo bien con Anne y tal vez enrollarme con algún chico de por ahí.
¿Hay algo de malo en eso?